Capítulo 19. Feliz cumpleaños.

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Nia, Nia, Nia...

Me remuevo en mi cama, reacia a hacerle caso a esa lejana voz que quiere arrancarme de mi sueño.

—Nia, despierta —murmura una voz femenina.

Doy otra vuelta en mi cama. Ya es imposible que vuelva a dormir, mi cerebro está despierto.

Abro mis ojos paulatinamente, y me encuentro a Amelia a un lado de mi cama.

—Buenos días —saluda sonriendo—. Lamento despertarte, pero es el cumpleaños de Darian y queremos cantarle las mañanitas.

Oh, Dios mío. El cumpleaños de Darian es hoy. Me desperezo bajo las sabanas, para luego sentarme en el colchón.

—¿Qué hora es? —cuestiono.

Ella se encoge de hombros.

—Creo que ya van a ser las seis.

Paso las manos por mi rostro una vez y luego me levanto para ir al baño a lavar mi rostro y enjuagar mi boca. Salgo de la habitación con Amelia, donde los demás chicos esperan en el pasillo. Nos acercamos a la primera puerta del ala derecha de la segunda planta de la casa, donde se encuentra la habitación de Darian. Debo admitir que saber que solo estábamos separados por una habitación —donde duerme Hunter—, me inquietó un poco.

Noah abre la puerta con sumo cuidado. Él es el primero en entrar, después le seguimos nosotros. Para este punto ya me he despabilado lo necesario. Nos colamos en la habitación de Darian con mucho sigilo y nos detenemos junto a su cama. Noah y Amelia a un lado, y Jay, Hunter y yo en el otro. El chico entre nosotros lleva un pequeño parlante, entonces Noah saca su teléfono, le da una especie de señal a Hunter y comienza a contar hasta tres. Da un toque en su pantalla y a través del parlante comienza a salir una canción de cumpleaños. Todos comienzan a cantar, y dos segundos después, me uno a ellos.

Jay y Amelia se suben a la cama de Darian y comienzan a saltar. Yo intento continuar cantando mientras reprimo una risa. Hunter coloca el parlante al lado de la cabeza de Darian y Noah comienza a darle suaves bofetadas. Para este punto, ya no puedo contener la risa. Por lo que dejo de cantar, mientras observo a Jay y Amelia hacer un extraño baile.

Escucho una ligera risa provenir del cuerpo de Darian, a la vez que se estira bajo las sabanas. Abre un ojo e intenta observar a su alrededor, pero solo mira a los chicos bailando sobre él. Vuelve a cerrar los ojos y con su brazo aparta el parlante de su cabeza.

La canción termina.

—¡Feliz cumpleaños, idiota! —grita Amelia.

Debo admitir que me encantó esa felicitación.

—Feliz cumpleaños, dark boy —dice Jay, bajando de la cama.

—No me llames así —replica Darian con la voz ronca.

Joder. Mis piernas flaquean.

Jay ríe en respuesta a su réplica.

—Feliz cumpleaños, muchachón —habla Hunter, tomando el pequeño parlante.

—Feliz cumpleaños, hermano —enuncia Noah, dándole dos palmadas en el pecho.

Entonces Jay me da una mirada, al igual que Amelia. Es hasta ese momento que caigo en cuenta de que es mi turno de felicitarlo. Dios, esto se siente peor que tener que exponer frente a toda la clase. ¿Qué le voy a decir? Todos le han llamado de una manera diferente. Supongo que eso debe tener una historia detrás. ¿Yo cómo puedo llamarle? De pronto se siente incorrecto decirle «odioso» o «demonio».

No me gustasWhere stories live. Discover now