° ❀ • CAPÍTULO 14 • ❀ °

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El chillido de Lady Volpina resonando por los pasillos era suficiente para que cualquier rey saliera huyendo tan lejos como pudiera.

—Deberíamos haber tomado el pasillo principal, Padre —gruñó Adrien detrás de él—. No estoy de humor para lidiar con otro de sus berrinches.

—Los pasillos principales están llenos de gente que se prepara para la celebración de tu cumpleaños, y es menos problemático evitarlos a ellos que a Lady Volpina.

—Cierto —suspiró Adrien—. Bueno, si caminamos rápido, con suerte, ella no nos notará.

Y eso era exactamente lo que Gabriel había estado planeando hacer, acelerando instantáneamente sus pasos. Sin embargo, cuando pasaba por la puerta ligeramente abierta de la habitación de donde provenían las voces, las palabras de otra lady lo hicieron detenerse en su sitio.

—...¿por qué no te callas el tiempo suficiente para que Lady Bug responda? Porque parece que ella tiene una visión muy diferente del personal de servicio que nosotras.

Gabriel se detuvo ante la voz segura y enérgica que mencionaba a una de las dos chicas de la lista de posibles novias de Adrien. Interesante. Se acercó y echó un vistazo hacia el interior, solo para ver que era Lady Riposte quien estaba hablando, la otra chica que llamó la atención de su hijo. Ella era la candidata perfecta para el título de Reina en la opinión de Gabriel. Una dama competente de una familia distinguida que, por lo que había oído, compartía muchos de sus propios valores y creencias.

—¿Padre? —susurró Adrien detrás de su hombro—. Deberíamos avanzar antes de que nos vean.

Gabriel levantó el dedo para callar a Adrien y se dispuso a escuchar. Lady Bug estaba hablando, y con cada palabra, su corazón se apretaba en su pecho. Tragó saliva. No podía ser. Esas palabras y esas convicciones... Ese punto de vista exacto... Sabía que era posible que otros de ascendencia noble sostuvieran esas opiniones, pero era tan raro que apenas podía creer lo que oía. En silencio, entró en la habitación para asegurarse de que era Lady Bug quien estaba hablando, y no el dolor y el anhelo en su corazón provocándole alucinaciones.

—La compasión puede ser una debilidad —dijo Lady Riposte, ninguna de las mujeres notó la presencia de Gabriel mientras continuaban su discusión—. Muestra demasiada y el reino sufrirá. Debes actuar con lógica para dirigir tu reino de la mejor manera posible para todos.

—Pero, ¿cómo puedes saber cuál es la mejor manera si no te interesa conocer qué están experimentando los del reino? —replicó Lady Bug— ...Sus necesidades cambian constantemente.

Gabriel contuvo el aliento.

—Tener la capacidad de entender a los plebeyos sobre los que gobiernas es un talento que solo se adquiere al relacionarte con aquellos que están por debajo de tu rango... De lo contrario, ¿de qué otra manera sabrías que estás gobernando eficazmente si aquellos a quienes gobiernas no te lo dicen?

Gabriel tomó una bocanada de aire, apenas capaz de creer lo que estaba presenciando. Era incomprensible, pero no podía negar lo que escuchaba con sus propios oídos y lo que veía con sus propios ojos. No era de extrañar que a Adrien le gustara esta chica. Si no fuera por el hecho de que ella era claramente una persona diferente, Gabriel habría pensado que acababa de regresar en el tiempo y había sido nuevamente testigo de cómo su amada Emilie le servía a Lady Bourgeois su culo en bandeja, envuelto con un moño de regalo.

Afortunadamente, Lady Riposte lo tomó con más dignidad de la que jamás podría la esposa de André. Gabriel esperaba poder decir lo mismo sobre Lady Volpina, pero la realidad fue diferente cuando la chica explotó y procedió a atacar verbalmente a Lady Bug. Permaneciendo lo más callado que pudo, el Rey aguardaba, ansiosamente y con suma curiosidad, a observar cómo Lady Bug se encargaría de la mocosa malcriada.

• A Bride for The Prince (Español) • Miraculous AUWhere stories live. Discover now