° ❀ • CAPÍTULO 11 • ❀ °

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No era justo que tuviera que andar con los nervios de punta. Constantemente, debía estar buscando al Duque Barbot y evitarlo a toda costa. Era persistente, y eso la hacía sentir tan intranquila en torno a él. ¿Qué es lo que quería de ella?

Así las cosas, Marinette en esos momentos se estaba escondiendo detrás de un pilar del castillo, observando hacia el sitio en el que había querido sentarse pero que estaba siendo ocupado por el Duque Barbot.

—¿Qué es lo que estamos mirando?

Marinette pegó un gritito ahogado, dándose vuelta solo para encontrarse a Adrien parado allí. Ella lo golpeó con el dorso de la mano.

—¡No es agradable! —bufó.

—Pero no por eso tienes que ser tan cruel —bromeó él, riéndose en voz baja mientras se frotaba el pecho en la zona donde ella lo había golpeado.

—Cuando me asustas así, no sé qué pensar.

—Aunque, en serio, ¿qué te puso tan tensa? —consultó, calmando su risita.

Marinette miró detrás del pilar, en dirección al hombre que estaba tratando de evitar, todavía sentado esperando por ella.

—Duque Barbot.

La sonrisa de Adrien desapareció en un segundo.

—¿Aún te sigue molestando?

—Él solo... siempre está donde yo quiero estar —declaró un tanto irritada—. Es como si conociera mis lugares favoritos alrededor del castillo y eligiera uno para esperarme.

Con el ceño fruncido, Adrien espió por la esquina antes de soltar un gruñido.

—Lamento tanto todo esto. Yo me encargaré.

—¿Qué más puedes hacer? —lo retó, exasperada—. Él simplemente va a seguir regresando.

Adrien hizo una pausa, frunciendo los labios mientras pensaba.

—No lo sé. Pero algo voy a hacer. Él no puede seguir acosándote así.

Marinette se mordió el labio.

—Solo... no te molestes demasiado. Y no te metas en problemas por eso. No quiero causarte problemas.

Él le dirigió una suave sonrisa.

—Haré lo que sea necesario para ayudarte. No te preocupes por eso. Y no te estreses pensando si me causará problemas. ¿De acuerdo?

Ella suspiró, cediendo.

—De acuerdo.

Con una sonrisa, él se aproximó a ella, envolviendo un brazo alrededor de sus hombros para atraerla hacia sí. Ella se acomodó contra su pecho, buscando el confort que le ofrecía, regodeándose en la sensación de seguridad de estar junto a él.

—¿Tienes algo planeado para hoy? —preguntó Adrien.

Ella suspiró.

—El príncipe solicitó una segunda reunión con algunas de las chicas, y una de ellas soy yo.

—Que honor.

—No —gimoteó ella, presionando su rostro contra el hombro de Adrien—. No es un honor. Él sabe que no soy de la realeza, y sin embargo helo aquí, pasando tiempo conmigo cuando debería hacerlo con otras candidatas potenciales, pero...

—Hey —la interrumpió, deteniendo su desvarío—. No digas cosas así. Quizás le gusta pasar tiempo contigo porque eres una joven increíble. Lo sé porque yo disfruto de pasar tiempo contigo. Es muy afortunado por tener la oportunidad de deleitarse con tu presencia.

• A Bride for The Prince (Español) • Miraculous AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora