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Karol.

1 semana después.

Mañana volvía a la escuela, no tenía muchas ganas sinceramente pero sobre todo  por poder  encontrarme a él.

Él, seguro dirán pero ni siquiera te importó cuando te metiste con Gastón. No voy a mentirles pude olvidarme de Ruggero por un par de horas, pero cuando volví a la realidad me sentí pérdida, cuando estaba con él en esas situaciones jamas me sentía vacía o sola, siempre quedaba  un gran sentimiento que me llenaba el pecho aparte de una gran satisfacción.

Con Gastón es diferente, mientras él esta a mi lado, conmigo, me siento querida y protegida, me olvido de todo, pierdo un poco la cordura y el tiempo pero cuando él ya no esta, todo ese miedo, dolor y vacío vuelve. No queda eso que me llenaba antes.

Esa noche después de todo lo que sucedió entre los dos, cuando se fue no pude evitar comparar a ambos, en tantos aspectos que me sentí realmente mal y no es que uno sea mejor que el otro, pues son completamente diferentes, dos hombres completamente diferentes y por ambos siento algo muy diferente.

Con Ruggero mi cuerpo estaba totalmente adaptado a él, pues al final del día fue él quien me enseño todo lo que se sobre el amor, las relaciones, el sexo, me enseño incluso sobre mi propio cuerpo, lo que me gustaba y lo que no, sabía donde posar sus labios o dedos, sabía como y cuando besarme, si rudo y salvaje o pasional y suave, sabía todo.

Con Gastón, joder no voy a mentir es muy bueno en la cama, realmente bueno y mentiría si les digo que no disfrute por que si lo hice, pero siempre hubo algo que falto, a pesar de que me trato con cariño y respeto, no encontraba en sus ojos lo que siempre me mostraban los de Ruggero, era bueno, besa bien, toca bien, se mueve bastante bien pero faltaba eso y que era eso?. Amor, simplemente amor. 

Esa es la diferencia entre hacer el amor y solo tener relaciones con alguien a quien quieres pero no amas.

- Hija ya llego Caro!.- grito mi mamá desde la parte de abajo sacándome de mis pensamientos. 

- Ya voy!.- grite. 

Termine de ponerme brillo en los labios, me perfume y baje.

- Hola!.- le sonreí.

- Woow, te ves bien!.- sonrió.

Nos dimos un gran abrazo y nos separamos.

- Estas segura de lo que quieres hacer?.- dijo algo insegura de lo que estaba por hacer.

- Completamente, ya sabes las mujeres cerramos ciclos cambiando un poco el look.- dije con una sonrisa.

Caro me analizaba de arriba a bajo, sabía que ella se iba a dar cuenta que había algo diferente en mi, ya no estaba llorando, ni con cara de tristeza, no estaba de mal humor y tenía un poco mas de ánimos, quizás no de volver a la escuela pero estaba mas ... tranquila, no voy a decir que ya no siento el dolor en mi pecho, claro que si, se que eso no se irá por un buen rato y que probablemente mi amor hacia Ruggero no se morirá, pero ya había alguien que me ayudaba a sanar una a una las heridas, no estaba sola y ahora lo sé.

- Tu tienes algo raro y diferente.- murmuro solo para que la escuchara yo.

- No sé de que hablas pero vamonos, tenemos la cita en quince minutos.- dije caminando a la puerta.- Nos vemos en la noche!.- grite a mis padres.

- Vendrá Gastón hoy?.- pregunto mi madre saliendo de la cocina con un cucharon. Hice una gesto para que callara pero ya era demasiado tarde, Caro abrió la boca sorprendida.

- No.- dije tajantemente.

- Ok, bueno.. con cuidado.- mi madre no entendía nada y volvió de inmediato a la cocina.

Apuesta. [EDITANDO]Where stories live. Discover now