Apuesta. [EDITANDO]

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Karol.

- Karol te amo!!.- dijo Valu desde la parte trasera de la camioneta. Iba de copiloto mientras Ruggero manejaba a los hogares de nuestros amigos.

- Valentina estas ebria?.- pregunte divertida.

- Obvio nooo!.- todos comenzamos a reír por su notorio tono de ebriedad.

- Yo también te amo.- contesté tiendo, llevarle la contra a un ebrio y un loco es mala idea.

- Yo mucho mas.- soltó antes de recargarse en el hombro de Mike y caer en un profundo sueño.

- Bien la bestia ya cayo.- dijo Mike negando, se veía exhausto, seguro tratar con Valentina ebria no debe ser fácil, ella es una increíble persona pero realmente esta loca.

- Pero la amas Mike.- solté la verdad volteándolo a ver, el solo puso una sonrisa enorme preciosa y boba, sus ojos brillaron, asintió me guiño el ojo y la miro con un amor y ternura que me causo cierta tristeza por que jamas me han visto así.

Ellos eran realmente afortunados de tenerse uno al otro, este poco tiempo que he convivido con ellos me han mostrado lo que es un amor sincero, su forma de tratarse, de cuidarse, de mirarse lo es todo.

  (...)

Después de dejar a Mike, Valen y Agus, en el auto quedábamos Caro que venía durmiendo Ruggero y yo que veníamos en completo en silencio.

- Que sucede?.- murmuro el italiano para no despertar a su prima. 

- No entiendo.- use el mismo tono que el.

- Estas muy callada.- me vio de reojo y volvió su mirada a la calle.- esta todo bien?.

- Solo estoy cansada y los zapatos me matan.- me queje. El solo asintió.

Llegamos a la casa de Caro, fue todo un show para despertarla, esa mujer no dormía, se moría y nada podía despertarla. Ruggero tuvo que cargarla y meterla así a su casa.

- Te gustaría acompañarme a un lugar?.- dijo en cuanto subió al auto.

- Me vas a secuestrar?.- pregunte divertida.

- Si es necesario si.- me volvió a dar esa sonrisa que pone a todas de rodillas.

- Bien, vamos.- su sonrisa se hizo enorme y emprendimos camino hacia la carretera.

Después de lo que me pareció una hora, llegamos a una playa hermosa y solitaria.

- Que hacemos aquí Rugge?.- pregunte admirando el hermoso paisaje frente a nosotros.

- Quiero ver el amanecer contigo.-estaciono el auto y me tendió su mano.- vienes?

Sin dudarlo asentí y tome su mano, el me jalo y me dio un abrazo inesperado, pero lo acepte contenta, el calor que emanaba su cuerpo me hacía sentirme protegida amada, querida y tranquila. 

- Vamos preciosa.- murmuro sobre mi cabello y nos alejamos poco a poco, como si nos costara estar separados el uno del otro.

El bajo del auto y rápidamente camino hasta mi puerta para abrirla y en segundos me tomo en brazos, saco mis zapatos y me llevo cargando en brazos a la playa.

Una vez tocando la arena el me bajo delicadamente, rozando nuestras caras, el me veía fijo en todo momento. Moría por besarle de nuevo e inconscientemente mis ojos fueron a sus labios.

- Hazlo.- dijo en susurro que me calentó toda la piel. Volví a sus ojos y estos se comenzaban a oscurecer.

No lo pensé demasiado y me acerque a besar sus labios, mis brazos fueron directamente a su cuello y los suyos se enredaron en mi cintura, nos sujetábamos como si nuestra vida dependiera de eso mientras nuestros labios bailaban a un ritmo delicioso, su lengua acaricio mi labio inferior pidiendo permiso para entrar y acepte gustosa, nuestras lenguas chocaron nuevamente y el beso subió de intensidad, seguro que cualquiera que nos viera, juraría que nos estamos comiendo a bocados grandes.