Elite Way School 5º Año

Capítulo 74 "Vencedores"

CAPÍTULO 74

- ¡Por el mejor grupo de porristas! – alzó Manuel su copa.

Todos los alumnos de quinto año copiaron su gesto y corearon a las chicas del Elite Way vencedoras del primer campeonato nacional de porristas. Celebraban la victoria en el boliche donde trabajaba Nicolás.

Manuel agarró de la cintura a Mía y la besó con ternura. Ésta sonrío el gesto de su novio y lo empujó hacia la pista de baile.

En la barra del boliche, Marizza hablaba con Guido y Tomás sin perder la vista de su alrededor. Sabía que de un momento a otro aparecería Javier y los tres debían seguir su plan.

- ¿Te dijo algo más? – preguntó nervioso Guido.

- Ya te dije que no... - repitió Marizza. – Supongo que estaría acompañado...

- Pero, ¿por qué no dijiste nada? – se puso las manos a la cabeza.

- Pará Negro – lo tranquilizó Tomás. – Todo fue muy precipitado. No pensamos que el tarado de Javier cayera tan fácil. Marizza lo hizo lo mejor que pudo

Guido tomó de su copa y Tomás acarició la espalda de Marizza como muestra de apoyo. La chica seguía atenta a todo lo que pasaba a su alrededor hasta que vio en la entrada del boliche a Javier.

Marizza dio un codazo a ambos y les guiñó el ojo. Suspiró y se acercó al chico. Tenía que seguir con el plan.

- Hola Javi – lo saludó nerviosa.

Ambos se dieron un beso en la mejilla.

- Hola – saludó alegre. – Gracias por invitarme.

- No tenes que agradecerme – le restó importancia.

- Nadie de la clase me banca y sé que no soy bienvenido acá.

- Bueno no pienses en ellos... Te dije que quería empezar con vos desde cero. – le recordó. – Me hace bien que estés acá – le acarició la mejilla.

El chico la cogió de la cintura para acercarla a él y ella aprovechó para abrazarlo. En su mano sostenía el adiós definitivo de Javier. Estaba a punto de conseguir su objetivo e introducirlo en el bolsillo trasero de su jean cuando Luján los separó.

- Perdona Javi, necesito hablar con mi archienemiga – dibujó una sonrisa falsa. 

Con fuerza, la llevó a un extremo. Marizza la mataba con la mirada.

- ¡No te haces una idea de lo que acabas de hacer! – le gritó Marizza. – Estaba a punto... Y vos lo arruinaste

- ¿Qué haces con el boludo de Javier? – le gritó de igual manera Lújan

- Y a vos ¿Qué te importa? – dijo molesta. Marizza miraba a Javier que se quedó confundido por la actitud de Luján.

- De verdad que intento no meterme en tus historias... Después del otro día, no debería ni de mirarte a la cara

- Pues no lo hagas Luján – alzó las manos- ¿Me vas a dejar pasar? – le preguntó Marizza

- ¡No y menos si te vas a ir con él! – le dijo. – Me da igual que me maltrates, te quiero Marizza y quiero lo mejor para vos. Y Javier no es lo mejor... Un día te matas con él y al otro estás coqueteando... ¿Te ha amenazado? Porque si es así lo mato – sentenció Lujan. Marizza suspiró. – No puedo estar enojada con vos. Sos importante para mí y quiero ayudarte. Déjame hacerlo.