Elite Way School 5º Año

Capítulo 63. "Tres no son multitud (IV)"

CAPÍTULO 63 (IV)

Narra Mia

Estaba feliz. Feliz por compartir mi tiempo con Manuel. Feliz por estar junto a él. Feliz por sentirme tan segura de mí misma. Dentro mío sentía que algo había cambiado. Que era una persona nueva. Una mujer diferente y me gustaba aquella sensación. Por fin, desplegué mis alas y abandoné el nido.

Franco había sido y es el mejor padre del mundo, pero siempre me había protegido de sobremanera. Quizás por el hecho de que había estado solo para criarme y educarme. Era su nenita y necesitaba protegerme de todo mal. Fue muy duro cuando comencé a conocer chicos y, sobre todo, cuando comencé mi relación con Manuel. Fue la primera vez que me enamoré y eso a él le asustó de sobremanera ya que comprendía que su hija quería salir de aquella burbuja que él había creado con todo su cariño.

Ahora, todo era diferente. Franco aceptó que su nena ya no era una nena sino una mujer y en esto tuvo mucho que ver Sonia.

El único problema que había era yo, que me sentía insegura de mí misma. Me sentía insegura de mi valía como mujer, novia y amante. Pero eso ya era historia. Creo que fue bueno que apareciese, de nuevo, Sabrina. Me hizo entender y obligarme en reflexionar sobre lo que quería y lo que era. Y ya lo tenía claro. Quería estar con Manuel y nadie lo iba a impedir

El día soleado acompañaba la travesía que estábamos realizando por mar en aquel yate. Fue todo un acierto de Pablo, pues sabía perfectamente que este modelo de plan no podía venir por parte de Manuel. Él era más sencillo, pero me encantaba esa sencillez.

Nos reunimos en la proa con Pablo que nos espera junto a Lorenzo. Una mesa improvisada nos esperaba con todos los utensilios necesarios para pasar una comida estupenda.

- Es divino el barco Pablo – dije al rubio que estaba sentado frente mío junto a Marizza - ¿Desde cuándo sabes tanto sobre barcos?

- Y... El final del verano me la pasé acá con mi vieja y Lorenzo. – explicó. – Todos se habían ido de vacaciones y mi vieja no quería que estuviese solo.

Noté a Marizza un poco tensa por aquella conversación. Recordé que, en ese tiempo, recién la cortaron y ella viajó sola a España para pasar las semanas que quedaba del verano.

- Manuel, ¿sabes algo de Sabrina? – quise desviar el tema, pero creo que no llegué a acertar. Manuel por poco se atragantaba con aquella pregunta.

- Mía sos una bruta – se levantó Marizza y comenzó a darle palmaditas en la espalda a Manuel. Pablo le acercaba un vaso de agua que aceptó Manuel bebiéndoselo de un trago.

- Lo siento mi amor – le acaricié el rostro.

- Si es que sos una tarada preguntando por la víbora esa – continuaba Marizza volviendo a su lugar al ver a Manuel más calmado.

- No era con esa intención – me excusé. – Plantee mal la pregunta ¿ok? Solo quería saber si Sabrina le dijo algo sobre el show de Erreway

- No te preocupes amor – me disculpó al ver mi preocupación. – No sé nada y es extraño. Dijo que me llamaría para decirme si se hacía o no, pero no tengo noticias – se encogió de hombros

- Ni la vas a tener – espetó Pablo. Todos lo miramos sin entender aquella respuesta- No os puedo decir mucho, pero hay tipo una mano negra...

- ¿Tu viejo? – le pregunté

- No, mi viejo está en prisión... Por ahora – dijo sin apartar su mirada del plato. Los tres nos miramos preocupados. – No creo que salga adelante chicos. Todo lo que tenga que ver conmigo y me haga feliz, no va a salir nunca adelante. – dijo esto último alzando la mirada.