Capítulo 3. "Dudas"

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A las afueras del Elite Way, Pablo permanecía petrificado en la puerta de su departamento. No entendía en absoluta la presencia de aquella mujer que había sido uno de los mayores engaños y decepciones que había tenido.

- Paula, salí de mi vista. – ordenó Pablo intentando cerrar la puerta, pero ella se lo impidió.

- No me voy a ir de acá Pablito. – afirmó convencida - ¿No te alegras de verme?

- Si te soy sincero, no – dijo con rabia. – Por favor, no estoy para perder el tiempo. Espero una visita importante.

- Lo sé, tu visita soy yo. – rió. – Me presento, soy la compradora de este fabuloso departamento. Mucho gusto. – le tendió la mano sonriente.

- ¿Qué? – se sorprendió el rubio.


- Lo que oíste Pablito. Soy la compradora de este fabuloso lugar. – repitió abriéndose paso y entrando a la estancia. – Buena decoración. – admitió pasando los dedos por el sofá de cuero.

- ¿Por qué me pasa esto a mí? – dijo pasándose las manos por la cara haciendo caso omiso.

Paula. Aquella chica que tanto quiso pero, a la vez, tanto dolor le produjo. Recuerda nítidamente aquel momento, hace dos años, cuando su padre le escupió en su cara su asqueroso plan. Aquel plan para que su hijo se convirtiera en un hombre. No había sido consciente hasta en ese momento de la frialdad de Paula. ¿Hasta dónde podía llegar una mentira? ¿Hasta dónde una persona puede fingir los sentimientos? Sin lugar a dudas, Paula era una de las personas mas manipuladoras que había conocido. Sin olvidar a su padre, Sergio. 

De todas maneras, el hecho de encontrarse frente a ella no había supuesto más que un profundo asco y repulsión. Si hace unos años, le dolía hablar con ella o incluso mantenía ese miedo de volver a reencontrarse con ella; en ese instante, le parecía tan insignificante que agradecía ese encuentro. 

- Ay Pablo, ni que fuera tu ruina che. – rió Paula descaradamente.

- Lo has sido Paula. – sentenció el rubio. – Tomá, acá están las llaves. Disfrutalo. – se despidió dejando las llaves en un pequeño mueble de la entrada.

- ¿Te vas? – corrió la morocha hasta él, impidiendo que saliera. – Podríamos ponernos al día – sugirió mordiéndose el labio a la vez que le tocaba los botones de su camisa.

- Soltáme – zafó de ella con un manotazo.

- Pablito, que mala onda. – se quejó

- Olvidáme Paula. – sentenció el rubio. – Para vos no existo. – se marchó

- Eso estará por ver – río Paula cerrando la puerta de lo que sería su nuevo hogar.

                                                             

A las afueras del país, en una ciudad estadounidense, Marcos y Luján disfrutaban de sus últimos días de vacaciones en una terraza de un restaurante antes de volver a la rutina

- Me quedaría otra semana más acá. La ciudad es recopada. – afirmó Marcos dando un sorbo a su Coca Cola.

- Sí, puede ser. – dijo Luján

- ¿Qué pasa? – le preguntó Marcos

- Echo de menos Buenos Aires y estoy preocupada por Marizza. Hace dos semanas que no sé nada de ella. – le contestó preocupada

- Marizza debe de estar genial. Disfrutando de los últimos días de vacaciones. – rió – ¿O no recuerdas las vacaciones tan entretenidas que ha tenido junto a Mía y Sonia? Estaba deseando desaparecer – bromeó

- Puede ser... - dijo dubitativa su novia.

- Luján no le des más bolilla. Relajate y disfrutá de estos últimos días antes de volver al Elite. – le pidió y la besó con ternura.



En el Elite Way School, Manuel y Fran se encontraban en la habitación ordenando su ropa en el placar.

- Che Fran, gracias por lo de antes. – agradeció Manuel.

- Sentí que necesitabas ayuda y, al menos, llegué a tiempo. – se encogió de hombros – Lo que no entiendo qué hacía acá. ¿Te contó algo?

- Y no. Tampoco quiero saberlo. – admitió sentándose en la cama – Estoy re bien con Mia y me da bronca que aparezca esta ilusa para jodernos.

En ese instante, la puerta de la habitación se abrió de par en par. Tras ella se encontraba Mía. Manuel se dio cuenta que algo no marchaba bien.

- Mi amor. – dijo Manuel yendo hacia ella

- ¿Qué hacías con Sabrina, Manuel? – le retó enfurecida

Elite Way School 5º AñoМесто, где живут истории. Откройте их для себя