Capítulo 1. "Volver a empezar"

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Nervios y curiosidad son algunas de las muchas sensaciones que aparece tanto el primer día de un nuevo curso como al entrar en un nuevo colegio. Sensaciones que aumentan a cada minuto y experimentan cada uno de los alumnos y alumnas del Elite Way School.

En la biblioteca del Elite Way School se encontraba la pareja más envidiada de todo el colegio.

- ¿Sabés que te quiero? – preguntó Manuel bastante mimoso

- Yo también cosita – le respondió Mia en tono infantil.

- ¡Qué afortunado soy de tenerte! – contestó dándole un beso en esos labios carnosos que le volvían loco

- Pará Manu, estamos en un sitio público- dijo Mía entre risas. – Además, debo irme. Quiero ver a las chicas. Desde que nos fuimos de vacaciones no sé nada de ellas.

-Puedes ir a verlas más tarde, no me dejes solo- sollozó Manuel

- Manuel porfa- le suplicó Mia- Quiero verlas anda...

- Está bien – se resignó – Pero quiero que sepas que esto supone que me debes mínimo diez besos

- Todos los que quieras amor- le besó Mía – Gracias, te amo. – se marchó.

- Esta mina me tiene hasta las manos – admitió viéndola ir. Manuel sintió un golpe leve en su hombro y cuando volteó no pudo creer lo que veía sus ojos - ¿Vos?


En el hall del colegio, dos alumnos de quinto año mantenían una fuerte discusión cuando apareció el director de la institución bastante enojado.

- Pero, ¿se puede saber que está pasando aquí? – alzó la voz el señor Dunoff- El primer día y ya el señor Blanco y la señorita Arregui ofreciendo este bochornoso espectáculo. Os recuerdo que hay que darle buen prestigio a este colegio. Vienen alumnos nuevos con sus familias y no voy a permitir que presencien esta lamentable escena.

- Si señor Dunoff – dijeron ambos al unísono-

-Eso es – dijo acomodándose la chaqueta- Que no reviva esta escenita otra vez. Pueden retirarse e ir a sus habitaciones que seguramente deberán acomodar sus pertenencias. – les despidió.

- Che, no lo soporto – comentó Laura subiendo las escaleras junto a su compañero – Fran, no sé cómo decirles a mis viejos lo de Lola. – le dijo preocupada

- Díselo sin más. No es competencia de ellos que Lola no venga a estudiar acá- se sinceró y tapó la boca de su compañera que iba a rebatirle- Laura, Lola tiene a su mamá y ellas han decidido no volver. Por mucho que le duela a tu mamá, ya no es decisión de ella.

- Lo sé, pero la echo mucho de menos. Tenía la esperanza que volviera ya que su mamá había encontrado un trabajo estable y, además, mi mamá les había invitado a ayudarles en todos los trámites. – dijo desilusionada.

- Todos la echamos de menos Laura- le apoyó Fran.

En ese instante apareció Guido con un ramo de flores.

- Una flor para otra flor – se arrodilló delante de Laura

- Aaayaaa Guidito – rió Fran y éste le miró de mala gana – Os dejo solos tortolitos.

- Oh gracias bebé- le agradeció cogiendo las rosas y dándole un beso – Siempre estás cuando más te necesito. – le abrazó

- Obvio rubia, siempre lo estoy – admitió con tono pícaro.



A las afueras del colegio, un muchacho descolgaba del balcón un gran letrero de venta. Ansiaba deshacerse de ese departamento que su viejo, ahora en la cárcel, le había regalado. No quería tener nada que fuera suyo. Habían sido muchos meses de juicios y abogados para que su familia no cayeran en la ruina que su padre les había metido. Y, al fin, lo último que le ataba a él también sería olvidado.

Sin embargo, no podía evitar el recordar algunos de los momentos que habían pasado en ese departamento: sus jodas con sus amigos, los ensayos de la banda y los momentos a solas con la mujer de la que estaba enamorado. De nuevo, el orgullo de ambos había provocado otra ruptura. Aunque siendo sincero él había encendido la mecha para que todo eso ocurriese.

De nuevo se encontraba solo. Con un nuevo curso a comenzar. Con el anhelo de volver a verla. Con la esperanza que se amigaran. La echaba de menos. No podía evitarlo. El timbre de la puerta lo sacó de sus pensamientos. Dejó el letrero en la mesa del comedor y se dirigió a abrir la puerta.

- Hola Pablo.

Pablo quedó paralizado, sin poder creer lo que veía sus ojos. 

Elite Way School 5º AñoWhere stories live. Discover now