033

389 50 28
                                    

Por fin la maldita mañana había llegado. La claridad tenue típica de las 6 AM, junto a su ligero frío que volvía más perezoso a todos aquellos pandilleros en la gran casa.

La noche anterior fue una total locura, la fiesta que había vueltos totalmente a todos los invitados en salvajes. Nunca habían estado en un ambiente así, o por lo menos Yoon no.

Ambos chicos estaban totalmente rendidos en la cama. Minseok sin camisa ni chaqueta sobre su piel, hasta su cinturón junto al botón de su pantalón estaban abiertos. Yoon solo cargaba una camisera que ni ella misma sabía de quien era. Realmente no tenían mucho tiempo desde que llegaron, tan solo habían pasado 30 minutos desde que regresaron de aquella desastrosa fiesta.

Si, así es. Ambos durmiendo en la misma cama felizmente.

Minseok se paró de golpe cubriéndose la boca junto con una mirada de terror, desesperado corrió hacía el baño que estaba en la misma habitación, casi cayéndose por deslizar sus pies en el suelo de madera, llevó su rostro al inodoro y este comenzó a vomitar de una manera preocupante.

Yoon aún medio dormida, se sienta en la cama mientras pasaba su mano por la cabeza, al enfocar bien su vista le fue inevitable no oír ni observar a Minseok en tal terrible estado.

El probre no tuvo ni tiempo para cerrar la puerta del baño.

No lo pensó dos veces y Yoon más rápida que nunca se acercó hacia él. Por primera vez en tanto tiempo, Yoon estaba realmente preocupada mientras sobaba la espalda del chico. Este con su brazo intentaba alejarla ya que odiaba que lo viera en tal estado.

—Minseok, ¿ya te sientes mejor?— preguntó Yoon tratando de mirarle el rostro y este asintió con la cabeza.

Tomó a Minseok para llevarlo a la cama y Yoon realmente se alarmó.

—¡Mierda, estás hirviendo!— dijo Yoon tratando de llevar a Minseok a la cama.

Ya ambos sobre la cama, Yoon arregló todo para que Minseok estuviera cómodo. Al estar rescostado, Yoon observó todo y no le fue fácil ver tal escena. El chico estaba sudando y su respiracion era acelerada, parecía estar con dificultades para respirar, sus ojos se mantenían cerrados intentando convencerse a si mismo de que debía dormir.

Yoon rápidamente se acomodó a lado de él pero sentada, intentaba analizar la situación para saber que hacer, nunca antes había tenido que cuidar a alguien y menos alguien como Minseok. Sin previo aviso el chico echando un profundo quejido se acercó intentando acurrucarse en ella como todo un niño, su cabeza quedó en el pecho de Yoon mientras la abrazaba y ambos quedando extrañamente cerca. Provocando en sí, la aceleración del duro corazón de Yoon.

Había tanto silencio que se podían sentir la pulsaciones del uno al otro, allí fue cuando Yoon sintió sus mejillas un poco rojas, tan solo un poco, y sinceramente no se esperaba tal acto tierno de Minseok. Lo único que pudo reaccionar del cuerpo de Yoon fue su brazo, la cual se colocó sobre la cabeza de Minseok acariciando su cabello húmedo.

Debido a que estaban piel contra piel, Yoon se dio cuenta de lo rápido que iba no solo su corazón, sino, el corazón de Minseok debido a su mal estado.

—Definitivamente eres marica aún así en esta situación.— susurró Minseok con un poco de dificultad pero sin quitar su tono odioso de decir las cosas.

—¿Que coño estas hablando? Yo...— inmediatamente la chica se puso a la defensiva, pero se detuvo al ver el rostro de Minseok haciendo un gesto queja al dolor que sentía. —Perdon, no sirvo para ser enfermera.—

—Bingo.— dijo el chico intentando acomodarse. —Aunque si me gustaría verte vestida de enfermera.— sonrió.

Yoon de una vez hizo un mal gesto al mirarlo y él rió bajo.

𝐆𝐀𝐍𝐆𝐒  ──  𝐾𝐼𝑀 𝑀𝐼𝑁𝑆𝐸𝑂𝐾Where stories live. Discover now