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Ve a tu linda universidad y nosotros haremos el resto.— dijo Minseok.

Esas palabras se repetían un millón de veces en la cabeza de Yoon mientras miraba el reloj que estaba en la parte más alta de la pared, ya eran las seis de la tarde y Minseok no llegaba por ningún lado.

Iremos por ti a las seis.— otra vez la voz de Minseok se repetía en la cabeza de Yoon.

Genial, ya iban a hace las siete de la noche y Minseok no llegaba. Yoon tuvo que estar en una tortura de estar todo el dia en la universidad y escuchando llamados de atención durante todo el día por dormirse en clases. Gracias a las locuras de ayer la chica no durmió lo suficiente.

Aquella noche pasó de todo; golpes, risas, gritos, vómito, sangre, que desastre. Ayer por la noche la chica tuvo que inventárselas para entrar a su casa sin que su mamá la viera. Tuvo que montarse en el techo y entrar por la ventana de su habitación, aunque en la primera ventana que entró fue la de sus padres y tuvo que devolverse, por casi la atrapan.

—¿Donde estas sanguijuela?— susurró Yoon mientras no dejaba de mover sus dedos sobre la mesa. Estaba impaciente por irse.

Minseok tendría que ser puntal pero al parecer no lo era en esta ocasión. Yoon le mandaba mensajes y el no respondía, estuvo apunto de hacer lo mismo con Lay pero cierto, ella acabó con su teléfono, en paz descanse. No tenía el número de ninguno de los demás miembros y ya no tenía más escapatorias. Pobre chica poco estudiosa.

El sonido de un gran golpe a una puerta de metal llamó la atención de Yoon obligándola a subir la cabeza rápidamente. Al mirar a todos lados lo que estaba sucediendo notó como le estaban dando golpes fuertes a la puerta de aquel salón, una gran patada de unas botas negras abrió la puerta violentamente. Con el corazón hasta el cuello, Yoon esperó a que saliera el resto del cuerpo y así fue. Cinco chicos con chaquetas oscuras entraron por la puerta, todos estaban con una gorra negra y un cubre bocas, todos estaban completamente cubiertos. A ninguno se le podían ver sus rostros completamente.

—Disculpen pero no pueden entrar...— el profesor se les acercó e intentó llamarles la atención.

Todos voltearon hacia el profesor sincronizados, dándole algo de amenaza por hombres altos y algo tenebrosos. El que dio la fuerte parada hacia la puerta señaló a Yoon, todas las miradas se fueron hacia la chica sin entender que estaba sucediendo. En cambio Yoon sabía todo a la perfección.

Los cinco chicos cubiertos daban más que miedo hacia el resto de los estudiantes, todos estaban literalmente congelados al ver chicos tan altos y tenebrosos como ellos entrar como si nada.

—Sehun.— llamó uno de ellos. —Traela.—

El segundo más alto y completamente cubierto se acercó al puesto de Yoon, la tomó del brazo y la llevó hasta la puerta, entregándola hacia el que parecía ser el líder.

Era increíble el temor que transmitían estos cinco chicos con cubre bocas, las personas parecían esta pintadas allí y sin mostrar rasgos de que estuvieran vivos o pestañeando. El profesor miró con detalle como el chico prácticamente manoseada a la chica frente a todos, al parecer a esta chica el iba mejor.

—Bombón...— susurró Minseok algo provocativo mientras se acercaba al cuello de Yoon para comenzar a besarlo lentamente.

Minseok dirigió su mano izquierda hacia el trasero de Yoon, ya estaba saliéndose de la línea.

—Ya era hora.— susurró Yoon.

—Tuve que encargarme de unos asuntos. No te dejaría aquí en este infierno.— susurró Minseok. —Muchahos es hora de irnos.— ordenó Minseok sin dejar de comerse a Yoon con la mirada.

𝐆𝐀𝐍𝐆𝐒  ──  𝐾𝐼𝑀 𝑀𝐼𝑁𝑆𝐸𝑂𝐾Where stories live. Discover now