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El autobús estaba repleto de adolecentes marginales y repugnantes, desde chicos que se comen los mocos hasta los que leían libros de como divertirse en campamentos de verano, y claro, también estaban los ricos, los nerds y los depresivos con cabellos de colores y ropas oscuras.

Algunos gritaban y lanzaban páleles llenos de baba, otros cantaban canciones infantiles junto a los campistas encargados, aparte que olía de lo peor. La carretera era eterna, parecía que nunca llegarían al lugar en donde se llevaría el campamento, la vista era pura vida de plantas y árboles, se iban adentrando al bosque cada vez más.

Yoon junto Jung Suk estaban con malas caras y rodando los ojos una y otra vez, masticaban chicle y odiaban todo, los malos olores llegaron hasta las fosas nasales de los dos jóvenes.

—Yoon, tengo ganas de vomitar.— le dijo Jung Suk.

—Pues aguanta, nene.— le respondió su tierna amiga Yoon.

Por lo menos estaban juntos, la que más sufría era Hyuna quien estaba compartiendo asiento con un gordo sudoroso y que se sacaba los mocos.

Las horas pasaban y pasaban, y por fin llegaron al campamento. En cuanto llegaron, notaron que estaban en un bosque de mierda con dos campistas adultos de mierda que los guiaron al campamento de mierda. Era lo típico, cabañas, sillas de madera y toda esa porquería. Mandaron a todos sentarse en el suelo para darles la maldita bienvenida.

—Hola adolecentes que adolecen, ¿cómo están?— gritó una de las guías con una sonrisa ampliamente falsa, su falsedad daba epilepsia. Todos estaban con caras largas y con ojos blancos de tanto rodarlos. —De acuerdo ya que nadie contestó, continuaré. Hoy es un hermoso día para salir acampar y disfrutar del ambiente libre, ¿no es así?—

—¡QUEREMOS WIFI!— gritó Yoon y Jung Suk cubrió la boca de Yoon para evitar que ambos rieran fuerte.

—¿QUIEN DIJO ESO?— preguntó la guía. —Como sea... diré algo muy importante esta noche, se trata de un tradición de aquí del campamento para adolescentes con problemas de salud mental.— Sonrió.

—Hey.— dijo Jung Suk. —¿Que carajos harán estos inútiles?—

—Ni siquiera sé mi segundo nombre, menos sabré de esta porquería.—respondió Yoon.

—Genial.— susurró Jung Suk. —Tu mamá es de lo peor.—

—Ya sabes cómo es.— dijo por último.

—¡Esta noche jugaremos a las escondidas!— gritó la campista esperando el grito de emoción de parte de los adolescentes pero estos la dejaron plantada. —Como quieran. Obviamente saben las reglas del juego, todos nos lo sabemos, pero esta vez será una pareja quienes busquen a las demás, una sola persona no podrá hacerlo todo. Si la pareja encuentra a un mínimo de tres parejas, todos los demás que se esconde pierden.—

—De acuerdo, yo escogeré la pareja.— dijo la segunda campista y con su gesto pensativo activado comenzó a ver todos las personas. —¡Ustedes!—

Todas las miradas se concentraron en la pareja afortunada de la noche. Eran nada más y nada menos que Yoon y Jung Suk. Ambos reaccionaron imprevistos, Yoon estaba comiéndose el cuero de las uñas y Jung Suk estaba rascándose la espalda mientras que todos los observaban fijamente. Estos eran tal para cual.

—¡QUE COMIENZE EL JUEGO!— gritó la campista encendiendo una gran bocina que atormentó los oídos de Yoon.

Todos los jóvenes salieron corriendo por todos lados, algunos corrían para los árboles y en todos los lugares que se suponen que hay en un campamento. Eso sí, eran demasiados, era imposible memorizar donde se escondían todos, este juego era una gran mier...

𝐆𝐀𝐍𝐆𝐒  ──  𝐾𝐼𝑀 𝑀𝐼𝑁𝑆𝐸𝑂𝐾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora