Capítulo 27 Breve Momento de Descanso

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Después de que Broonga llegara a la entrada este del pueblo Emon saltando entre los edificios, se bajó cerca de una esquina y caminó desde allí. Cuando llegó al final de la calle, para su sorpresa no fue recibido por las sirvientas que lo acompañaban, en su lugar fue recibido con alabanzas por un pequeño grupo de los aventureros sobrevivientes.

Cuando Broonga se acercó lo suficiente a la multitud y todos vieron las heridas su cuerpo, sus halagos se detuvieron y se quedaron paralizados. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y moretones por todos lados, tenía varias cortadas en su rostro y su brazo derecho parecía haber utilizado como escudo para defenderse de innumerables ataques de espadas.

Aunque su regeneración estaba haciendo efecto, aun tardaría mucho para recuperar la gran cantidad de HP perdido.

Todos empezaron a preocuparse y uno de ellos fue rápidamente a avisarle a Lupusregina que se encontraba junto a los carruajes.

Él les hizo una señal para que se calmaran y les dijo que todo estaba bien pero nadie parecía creerle, de esa forma fue escoltado por los aventureros hacia los carruajes.

En el camino le contaron que cuando desapareció la barrera mágica y ellos por fin pudieron volver a mirar a fuera del pueblo, la primera imagen que vieron fue la de los conductores siendo rodeados por bestias salvajes.

Edward, quien de alguna forma había sobrevivido a la masacre de antes, les ordenó a los soldados restantes ir a ayudarlos, también pidió la ayuda de las compañeras de Broonga pero estas se negaron a participar.

-"Tenemos que quedarnos aquí para recibir a Milanor-san."

-"No tenemos tiempo para preocuparnos por otras personas."

Esos fueron algunos de los comentarios que dijeron cada vez que les preguntaba.

Ellas eran las que estaban más condicionadas para pelear en este momento, todos entendían sus preocupaciones pero las necesitaban para salvar a los demás, por esa razón les dijeron que algunos de los aventureros se quedarían esperando en la entrada a Broonga mientras ellas ayudaban.

Aun estando en desacuerdo, al final accedieron y todos fueron juntos a salvar a los conductores.

Concordando con la información que le estaban entregando, mientas caminaban, Broonga vio varios cadáveres de goblins y otros animales estaban esparcidos por toda el área llenando el pasto de sangre y tripas.

La vista no era agradable, pero no se podía comparar con la forma en que el Pisaca había sido descuartizado, por esa razón Broonga caminó con un rostro estoico mientras que los demás estaban arrugaban sus rostros.

Cuando por fin llegaron al lugar donde se estacionaron los vehículos, ahí pudieron ver a los pocos soldados y aventureros sentados en el suelo tratando de recuperar el aliento. Algunos en verdad lucían mal heridos y eran tratados por los sanadores usando vendas.

Parecía que el combate se alargó demasiado para los débiles aventureros.

En la parte trasera de los carruajes estaban sus compañeras tratando a algunos de los soldados y aventureros que se les acercaban, mientras que los miembros del grupo de Laila estaban tomando agua al otro lado.

Cuando sintieron la presencia de alguien acercándose, todos voltearon apresurados y tomaron sus armas para comenzar una nueva batalla aun con sus cuerpos cansados.

-"Oigan, esa no es forma de recibir a alguien que acaba de salvarles la vida." Dijo Broonga mientras seguía su paso sin prestar atención a las armas apuntándole.

Overlord: La Llegada de BroongaWhere stories live. Discover now