Capítulo 19 Una Nueva Misión

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Varios días habían pasado desde que Broonga y el par de pléyades habían llegado a la capital real de Re-Estize. Luego de los eventos sucedidos hace unos cuantos días atrás, nada realmente sobresaliente había pasado, solo siguieron completando la mayor cantidad de pedidos que pudieron mientras vivían sus vidas como aventureros.

Aunque eran novatos de rango bronce, eso no les impidió ganar una gran reputación entre los aventureros en Re-Estize, no solo por la rápida y efectiva forma con la que realizaban los diferentes pedidos sin problemas, sino también por los llamativos que eran.

Era algo normal, después de todo, ellos resaltaban en cualquier lugar al que iban.

Después de haber pasado más de una semana aquí, Lupusregina ya había sido acosada por una gran cantidad de sujetos que querían salir con ella, al final rechazó a cada uno de ellos y rompió el corazón de muchos. También, la gran mayoría de ellos sufrieron el mismo destino que el hombre gordo que quería coquetearle a Yuri cuando terminó su primer trabajo.

Entonces un día nació el rumor que esta chica estaba bendecida por los dioses, y si te llegabas a acerca de forma incitadora recibirías un castigo divino de los cielos. Desde entonces ya casi ningún hombre se acercaba a ella.

Por su parte, Yuri no solo se le había recibido invitaciones a cenar o declaraciones, sino que en su lugar recibió muchas más solicitudes de negocios por los comerciantes en la zona, hasta un puesto de recepcionista en el gremio se le fue entregado por si ella lo quería. Por supuesto, ella rechazó todas las propuestas con educación.

Aunque muchos de los puestos que le ofrecían a Yuri en varios lugares venían con muchos beneficios incluidos, Broonga no quería dejarla sola mientras estuvieran sin conocimientos de este mundo, eso y porque no quería dejar de comer la deliciosa comida que preparaba.

Pero no solo las chicas eran las más llamativas del grupo, Broonga también atraía mucho la atención de las personas en su entorno. Las mujeres elogiarían su atractiva apariencia, lo cual de inmediato provocaba una sed de sangre proveniente de sus acompañantes la cual él tenía que detener antes de que alguien saliera herido.

Mientras que los hombres estarían celosos de sus músculos y equipamiento de alta calidad.

Cuando Broonga escuchó lo que decían sobre su físico, por fin fue consciente de algo tan obvio. Su cuerpo ya no sería un avatar y ahora mismo funcionaría como el de cualquier persona normal, eso significaba que si se descuidaba, terminaría perdiendo su fuerza.

No estaba 100% seguro de que algo como eso sucedería pero no podía arriesgarse a oxidar su cuerpo y no entrenar, sino para cuando tenga que luchar una batalla contra un poderoso enemigo no podría ser capaz de vencerle.

Además de que no sabía que dirían los demás si un día de repente pierde su tonificado cuerpo y llega con una gran barriga por comer tanto de las delicias que ofrecía Nazarick.

Por eso en este momento se encontraba haciendo ejercicio en su habitación de la posada.

-"978... 979... 980..."

En su vida nunca había hecho tanto ejercicio como en los últimos días. Él nunca se preocupó como algo por el físico pero ahora no podía pensar de esa manera, por eso se encontraba haciendo un entrenamiento espartano todos los días.

Aun así, no se sentía cansado en lo absoluto.

Solamente hoy, apenas se levantó de la cama se teletransportó a Nazarick en donde había trotado más de 20 kilómetros dentro del frondoso bosque del 6to piso. En algún momento de sus entrenamientos pasados se había encontrado con los gemelos y ahora ellos dos lo acompañaban todas las mañanas en su rutina.

Overlord: La Llegada de BroongaWhere stories live. Discover now