Capítulo 12 Preparaciones y Segundas Intenciones

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Luego de su encuentro con Cocytus en el sótano de su residencia en el 5to piso, Broonga se teletransportó de vuelta a su habitación.

Lo que comenzó como un entrenamiento para probar su cuerpo y habilidades con su arma terminó como un encuentro serio entre ellos dos.

Esto era su culpa ya que se había emocionado demasiado a mitad de la pelea.

Cuando empezó a recordar la anterior pelea, las heridas en su cuerpo comenzaron a arder y el dolor de sus músculos se intensificó. Esta era la primera vez que recibió tanto daño desde que llegó aquí, sus cortes por todo su cuerpo no dolían tanto como parecían, incluso su terrible herida en su hombro se veía peor de lo que aparentaba, aunque aún estaba goteando sangre no le dolía demasiado. Al parecer la adrenalina aún no había abandonado completamente su cuerpo.

Pero sus músculos eran los que habían terminado peor, estaba totalmente desgastados y agotados por abusar de ellos para equiparar los violentos golpes de Cocytus.

Al principio solo pensó en esquivar y ver quien se cansaba primero, pero en ese momento su vista comenzó a cegarse como lo había hecho hace tiempo y comenzó a jadear lentamente mientras continuaba golpeando las armas de Cocytus para desviarlas.

Luego por alguna razón la fuerza de los ataques de Cocytus aumentó al igual que su velocidad y precisión, muchas veces Broonga estuvo a punto de ser golpeado por ellas pero se las había arreglado para evitarlos por milímetros.

En algún punto lo había llegado a disfrutar tanto que la sangre de su cuerpo comenzó a hervir y sin querer lanzó un golpe al estómago descubierto de Cocytus haciéndolo salir volando.

Ver cómo su ataque no le hizo casi nada solo lo hizo emocionarse más.

Hasta ese punto él había estado esquivando los golpes de Cocytus gracias a los buff de su armadura por esa razón se deshizo de ella a mitad de la pelea y decidió defenderse solamente con sus escamas, también se equipó con el arma que en un principio era la razón de que estuviera allí.

Algo se había apoderado de él en ese momento y cuando lanzó el primer golpe con su lanza, su mente entró en lo que podría llamar un estado de trance y pudo "recordar" la sensación de blandir un arma, aunque nunca en su vida lo había hecho en carne propia, era como si su cuerpo recordara como pelear, por lo que fácilmente pudo desviar y golpear a Cocytus.

Cuando comenzó a recibir heridas y se vio obligado a ponerse a la defensiva, un extraño sentimiento surgió en su interior y todo su cuerpo comenzó a calentarse aún más, antes de darse cuenta su visión por completo se tornó roja y comenzó a atacar agresivamente.

"¡No voy a permitirnos una derrota!" Era el pensamiento incrustado en su cabeza en su momento.

La sensación era parecida a como si alguien hubiera inyectado una dosis extrema de adrenalina y Broonga comenzó a atacar para ganar la batalla a toda costa. Solo un pensamiento estaba en su mente y ese era "No perderé por ningún motivo".

Si no fuera por la intervención de su sirvienta Entoma que lo devolvió a la realidad, Broonga estaba seguro que habría terminado asesinando a Cocytus. Cuando recuperó el conocimiento y control de su cuerpo, con una velocidad que lo sorprendió hasta el mismo desvió su ataque que iba al rostro de su compañero hasta su pecho.

Y ya que se usó toda su concentración para hacer eso no pudo evitar que la katana le atravesara el hombro y se encajara en su hueso.

A pesar de haberle causado un daño grave, no había matado a Cocytus, lo cual no solo le habría dejado un mal sabor en la boca y un terrible arrepentimiento, sino que hubiera sido un gran escándalo y no sabría cómo reaccionarían los NPC y su amigo Ainz.

Overlord: La Llegada de BroongaWhere stories live. Discover now