Capítulo 31 Autodestrucción

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Una gran risa totalmente fuera de lugar hizo que Jeanne se detuviera a mitad de recitar su hechizo y volteara detrás de ella, lo cual hizo que frunciera el ceño. Ella no era la única confundida, los miembros restantes de la "Brigada Esparce Muerte" también abrieron sus ojos con sorpresa mientras grandes sonrisas seguían en sus rostros.

Eso fue porque de la nada había llegado la única persona que los podría salvar de esta terrible situación. Y esa persona era un guerrero con una espada en su mano.

-"¡Brain!" Grito alguien.

Un hombre con pelo azul y una katana en su mano llegó por el pasillo que daba a la entrada de la cueva, él estaba jadeando pesadamente mientras miraba a Jeanne y a sus alrededores desesperadamente.

Jeanne no podía entenderlo, esta persona había atravesado la puerta por la cual ella había venido hace unos momentos.

Y el hecho de que se encontrara aquí podía significar dos cosas.

Pero por la expresión de miedo del sujeto delante de ella y las lágrimas que caían de su rostro lleno de mocos, Jeanne rápidamente desechó la peor de las posibilidades y dio un suspiro. Por un momento se preocupó por nada.

Mientras Jeanne se encontraba analizando lo que sucedía, los mercenarios comenzaron a recuperar sus esperanzas. Ellos empezaron a corear el nombre de su salvador y le pedían a gritos que se ocupara de la persona que había asesinado a la mitad de ellos en este cuarto.

Brain los vio atónitos mientras tenía su espada en su mano.

... No, no los miraba a ellos.

En su lugar se encontraba pasando su vista entre los restos de la masacre y la hermosa chica sentada en la mano esquelética. Él soltó un pequeño chillido después de ver los ojos de Jeanne y salió corriendo a través de las barricadas sin importarle herir a los demás en el proceso.

Por supuesto Jeanne no dejaría pasar esto como si nada. Después de todo ella había determinado que la persona de cabello azul era alguien importante y seria de utilidad para Nazarick. Era más importante que todas las personas de esta cueva juntos.

-"No sé qué demonios está haciendo Shalltear, pero no creas que te puedes escapar de mí [Extensi-"

-"¡¡AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!"

Por segunda vez una risa enloquecida la distrajo de completar su hechizo, pero si solo hubiera sido la risa no habría sido problema el ignorarla y terminar de recitar su magia. No, la razón por la que Jeanne no pudo terminar fue porque algo se lanzó contra ella a una tremenda velocidad haciendo que se cayera de su silla improvisada.

Los mercenarios quedaron boquiabiertos al ver como la persona que les había causado tanto terror había sido derriba tan fácilmente, por su parte Brain no le prestó atención a esto y siguió corriendo hacia uno de los cuartos al otro lado de la habitación.

Jeanne ya había hecho desaparecer a sus animales no-muertos en las habitaciones así que no podía seguirlo, por lo que trató de quitarse la cosa de encima de ella pero su fuerza no era suficiente como para superar a la de la persona frente suyo.

Con un rostro retorcido por la furia Jeanne gritó:

-"¡¡MALDITA SEA SHALLTEAR!! ¡Quítate de encima de mí!"

-"AJAJAJAJAJAJA Jeanneeeee~"

Ciertamente la que estaba encima de ella era Shalltear, pero no la Shalltear normalmente veía.

No había belleza alguna en el rostro delante de ella.

El color de sus irises se había derramado y había teñido de un profundo carmesí el resto de sus ojos. Sus dientes blancos y hermosos fueron reemplazados con hileras de colmillos delgados como agujas, similares a los de la mandíbula de un tiburón. Sus labios se volvieron más suaves y una saliva transparente caía de la comisura de su boca hacia el rostro de Jeanne.

Overlord: La Llegada de BroongaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora