Capítulo 9 Punto de Partida

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El manto de la noche cubrió toda la planicie a medida que la pelea terminaba.

Luego de haber cazado a un grupo de espías en el bosque, Broonga volvió al lugar donde se encontraban Ainz y Albedo. Dando por terminado su asunto en este pueblo, ellos decidieron darle la información al alcalde antes de irse así que usaron [Vuelo] y regresaron al pueblo.

Por primera vez desde que llegó a este nuevo mundo, Broonga se tomó la molestia de observar el cielo nocturno fuera de Nazarick. Las estrellas artificiales en el sexto piso de la tumba de Nazarick eran un hermoso paisaje, pero no se podían comparar con las naturales.

En un mundo lleno de contaminación, Hayato nunca había tenido la oportunidad de admirar aquel hermoso paisaje. Uno de sus amigos, Blue Planet-san, siempre les hablaba de cómo el mundo era un lugar hermoso antes de que los humanos poco a poco lo destruyeran.

Esto es maravilloso Blue Planet-san, me arrepiento de no haber escuchado con más atención tus largas historias del pasado...

¿Qué era de la vida de sus compañeros? ¿Habían sido transportado a este lugar con ellos, o seguían viviendo su vida normal?

No podía obtener respuestas a estas interrogantes, solo podía seguir adelante y llevar a cabo el plan de Ainz para que el nombre de su gremio sea conocido a nivel mundial y ver si de alguna forma funcionaba y lograban encontrarse con alguno de ellos.

Él miró la figura de su amigo volando junto a él.

Desde su nombramiento como Maestro del gremio de Ainz Ooal Gown, Momonga siempre había mostrado capacidades como líder e incluso antes de eso, su amigo Touch Me también se había dado cuenta de este hecho y por esa razón fue que lo nominó como el siguiente líder en lugar de alguien más.

Él tenía algún tipo de facilidad para poder unir a las personas al igual que Touch Me y mantenía las cosas tranquilas entre los miembros del gremio. Siempre era agradable y pasar el tiempo junto a él era divertido.

Pero desde que llegaron a este mundo, la persona conocida como Momonga poco a poco desapareció al pasar de los días, esta nueva persona que se hacía llamar Ainz era más calculadora y callada.

Durante estos cuatro días eran pocas las veces que se habían visto, Broonga se encargaba de revisar uno que otro documento de parte de Demiurge y Jeanne, pero la mayor parte de la gestión era hecha por Ainz y Albedo.

Cuando tenía tiempo libre, paseaba por la tumba revisando que todo estuviera en orden y divirtiéndose en las construcciones del 9no piso, o si no estaría probando las nuevas capacidades de su cuerpo en la arena del 6to piso o la tormenta de nieve del 5to, básicamente perder el tiempo.

Pero cuando iba a la habitación de Ainz, siempre lo encontraba leyendo pilas de libros o tomando notas mientras pensaba en su escritorio. A veces hablaban de uno que otro tema pero Ainz siempre terminaría metiéndose tanto en su lectura que lo ignoraba por completo.

A veces lo podía oír con sus agudos oídos como murmuraba cosas como:

"...Esto ciertamente funcionara con los NPC..."

"...Si lo hago de esta forma seria más efectivo..."

"...Necesito trabajar más duro para no decepcionar a nadie..."

Él siempre estaba pensando en algo, y no solo era eso. Aunque se sentía un poco mal haciéndolo, Broonga había ordenado secretamente a uno de los NPC del 1er piso para que observara en secreto las acciones de Ainz, no era porque sintiera que algo malo estaba sucediendo, solo quería saber qué hacía su compañero cuando él no estaba.

Overlord: La Llegada de BroongaWhere stories live. Discover now