Overlord: La Llegada de Broonga

Capítulo 10 Una Nueva Era Para Nazarick

Si le preguntaran a cualquier NPC sobre cuál era el mejor lugar en todo Nazarick, sin dudas todos y cada uno de ellos respondería que el "Cuarto del Trono".

El interior era enorme: un espacio tan amplio como para albergar cientos de personas y con espacio de sobra, y un techo tan alto que tenías que mirar completamente hacia arriba. Las paredes eran blancas, adornadas con una variedad de decoraciones doradas. Colgando del techo, filas de opulentos candelabros hechos de gemas de color arco iris que emitían un fantástico brillo. Desde el techo al piso, un total de 41 banderas gigantes con diferentes patrones decorando las paredes.

Había una escalera baja que tenía alrededor de diez escalinatas adornadas de oro y plata en el área central del cuarto y en la cima se encontraba un majestuoso trono que parecía como si hubiese sido cortado de un cristal gigante. En la pared detrás de éste había una inmensa bandera de color rojo oscuro bordada con el escudo de armas del gremio de Ainz Ooal Gown.

La atmósfera en este sitio era simplemente diferente a la de cualquier otro lugar de la tumba, cada persona que ingresaba a este lugar era abrumado por una gran sensación de tranquilidad y paz, fácilmente podrían caer hipnotizados por esta grandiosa habitación.

Ese era el pensamiento colectivo de todas las personas reunidas aquí.

Aunque el término "personas" era un tanto incorrecto.

La variación de monstruos heteromórficos reunidos aquí era una vista que sorprendería a todos los que la presenciaran, desde monstruos de sombras sin forma, hasta no-muertos e insectos que vestían armaduras tan raras que cualquier héroe envidiaría.

La cantidad de estos monstruos superaba fácilmente los cientos de ellos, e incluso así, esta sala se sentía tan vacía que no que no daba la impresión de ser usada para una reunión.

Todos estaban formados en perfectas filas y divididos de tal forma en que los más grandes se encontraran al fondo para así permitir una vista completa de todos los seres vivientes en este hermoso salón.

Y entre estos seres, existía una clara jerarquía.

Aunque algunos de ellos aparentaban ser bastantes poderosos, estos se encontraban en la parte trasera formando parte del grupo de "Invocaciones personales y NPC autogenerados". Seguidos por el grupo de adelante donde se encontraban aquellos que protegían una parte de esta gran tumba, este era el grupo de los "Guardianes de Área". Aunque de este último solo había unos cuantos ya que muchos de ellos no podían abandonar su lugar designado tan fácilmente.

A un lado de ellos se encontraba otro grupo formado por hermosas damas con vestidos de sirvientas, eran "Las Pléyades" y aunque faltaba una de ellas nadie reclamó por eso.

Por último, los más poderosos de entre todas las personas y monstruos que se encontraban aquí, la principal fuerza de batalla de Nazarick encargada de custodiar cada uno de sus pisos y protegerlo de cualquiera que ose poner un pie en ellos.

"Los Guardianes de Piso"

Ellos estaban por supuesto, delante de todos los demás.

Un dullahan, un vampiro, un insecto gigante, un par de elfos oscuros y un demonio. Algunos también faltaron a la reunión pero para ellos les era imposible abandonar su piso a proteger. Y un poco más delante de ellos, se encontraba la persona que los supervisaba a cada uno de ellos, esa era Albedo, una súcubo.

De esa forma todos los que se encontraban ahora estaban en silencio absoluto. El lugar estaba tan callado a pesar de la multitud que había, incluso se podría escuchar el sonido de un alfiler cayendo. Y todos y cada uno de los que estaba callado, tenían sus rodillas en el suelo ofreciendo una reverencia al escenario delante de ellos.