El regalo de Daphne

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Ambientado después de: Harry Potter y los Inventores de Hechizos.

El regalo de Daphne

2014

—...así que es...

—¿Es seguro?

—¿Seguro? Completamente seguro. Jamás te lo mencionaría si no lo fuese, Draco.

Ambos callaron cuando Harry ingresó a la sala. La ventana se encontraba abierta, algunas constelaciones de Nyx encendidas, un juego de té descansaba en el espacio entre ambos. Su esposo le echó un vistazo por encima del hombro, lo saludó con un gesto, y aguardó a que se pusiese a su lado, para sostenerle una mano y besar el dorso de esta. Daphne le sonrió a Harry.

—No sabía que venías hoy...—se excusó, después de darle un beso en la mejilla a Draco.

Ella le restó importancia, sacudiendo una mano. Devolvió la taza que sostenía a la mesa, carraspeó, y se enderezó.

—Es mejor que estés aquí —aclaró Daphne, con suavidad—. Harry, he hablado con Draco sobre esto, y quiero que escuches también. Por favor.

Harry asintió, desorientado. Observó a Draco, pero su esposo se limitaba a ver a Daphne, con una expresión pensativa.

Daphne respiró profundo y se inclinó un poco hacia adelante.

—Quiero darles un regalo —explicó, en voz baja—. He trabajado en esto con otros Inventores por un tiempo, tenemos la aprobación del Jefe, y sí, es seguro.

—¿Qué cosa? —preguntó Harry, vacilante.

—Deberían venir a verlo —contestó ella, poniéndose de pie. Draco se demoró unos segundos en hacer lo mismo, y Harry con él.

0—

Harry estaba boquiabierto. Daphne rodeaba un largo tubo que iba desde el suelo al techo del laboratorio; lo llenaba un líquido de un blanco amarillento, y lo que flotaba en el interior tenía un tamaño tan reducido que era difícil de ver. Otros investigadores se encontraban más allá, monitoreando resultados en unos paneles de medimagos, escribiendo en pergaminos de varios metros.

—Espera, espera- —Harry detuvo su plática unilateral con Draco, que también parecía sorprendido, y empezó a gesticular para llamarla—. Daphne, esto es...si es cierto...

—Lo es —juró ella, muy seria.

—Daphne, no es mi campo, pero estoy bastante seguro de que la reproducción humana no funciona con dos hombres. Creo que me habría enterado si se puede-

—¡Eso es lo maravilloso! —Daphne lo interrumpió, calmándolo con gestos—. Es biológicamente perfecto; funciona como recipiente para sus genes. En lugar de tomar genes de un óvulo y de un espermatozoide, conseguiremos un poco a partir de la sangre de ambos, que se pueda mezclar aquí. Tengo que admitir que es probable que tenga un ADN más similar a uno que al otro, debido a ciertos procesos que lleva a cabo durante la formación y cómo se ejecuta...pero sigue siendo un hijo de ambos. Y todo lo que respecta a sus defensas y el vínculo emocional que debería formarse a través de la lactancia, se va a obtener igual con su magia- la de los dos. Eso significa que sólo tendrían que tener bastante contacto físico con el bebé durante los primeros meses y usar magia con libertad cerca de él o ella...

Harry miró de reojo a su esposo. Draco seguía observando el tubo del recipiente.

Recipiente que podría tener a su hijo.

—Merlín —se le escapó.

—Merlín —Harry lo repitió, asintiendo. No se le ocurría nada más.

—¿Es seguro? —insistió Draco, fijándose por fin en Daphne—. ¿De verdad es seguro? No es- me refiero a que no estará enfermo, no será frágil, o presentará problemas de...

Daphne sacudió la cabeza y sujetó una de sus manos, dándole palmaditas para tranquilizarlo.

—Seguro, totalmente seguro —afirmó la bruja—. Sabes cómo lo he comprobado, el Jefe me lo mostró. Crecerá sano, fuerte física y mágicamente. Vivirá lo mismo que cualquier mago, sin ninguna enfermedad producida por esto. Te lo prometo.

—Merlín —volvió a decir Draco, regresando la vista al tubo.

Daphne se rio y atrapó una de las manos de Harry.

—¿Y tú qué piensas, Harry?

Él se quedó en blanco por un instante. Abrió la boca, se percató de que Draco acababa de girar el rostro para verlo, y la cerró.

MerlínMerlínMerlín.

—¿Crees que podría tener los ojos de Draco? —cuestionó, en un susurro. Daphne sonrió.

—Bueno, es genética, es mejor no controlarlo...pero es posible, sí.

—Merlín —Harry se rio, nervioso.

—Merlín —Draco asintió esa vez, siguiéndole la corriente.

—Supongo que tengo que dejar que lo piensen —Daphne les dio un ligero apretón en las manos y los liberó—. No hay necesidad de decidir justo ahora, y si no están listos o no lo quieren...

Harry observó a Draco, de nuevo. Su esposo se había olvidado de lo que ella les presentaba, para fijarse sólo en él. Tenía los ojos grises muy, muy brillantes, y atentos. Parecía suplicar una respuesta de su parte.

—Lo hablaremos —contestó a Daphne, que asintió y les enseñó otra pequeña sonrisa.

La forma en que se iluminó el rostro de Draco le dio a entender que los dos ya tenían la misma respuesta. Pero reunió toda su paciencia para regresar a Nyx y tener una larga conversación con varios "Merlín", "Daphne está loca" y "nosotros estamos locos" de por medio.

Rayo de solOnde as histórias ganham vida. Descobre agora