Capítulo 25. Cena con Cassandra

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Se sentaron mirando hacia el lago por un largo rato. A solas, fuera en el bosque, cerca del lago, era como si el tiempo se hubiera detenido.

Mira. Ese es el color más antiguo del mundo. Tonalidades del cielo y el agua. Candy escuchó a Terry decir mientras la brisa corría.

El atardecer. Ninguno de los dos quería que el día terminara. Pero el cielo se estaba oscureciendo y debían volver a la mansión.

Candy y Terry caminaron lentamente hacia la mansión. Sin nadie en el camino, Terry apretaba fuertemente la mano de Candy.

Cuando regresaron a la casa, Cassandra les dio una calurosa bienvenida. "¡Candy!, te ayudaré a cambiarte para la cena. Ven". Le dijo y la tomó del brazo llevándola al cuarto de Candy en el segundo piso. Una mucama las siguió. Terry las observó alejarse, sonriendo.

En la habitación Candy encontró varios vestidos que habían sido dejados sobre la cama. Los vestidos eran impresionantemente bellos. Eran vestidos estilo flapper, muy a la moda, como del tipo que ella veía en las revistas algunas veces. Pero ella nunca había usado nada de ese tipo.

"¿Qué piensas?", le preguntó Cassandra, mostrándole una gran sonrisa. "Puedo haberme retirado, y puede que esté en el campo, pero me mantengo a la moda y con mi guarda ropa aquí. Tengo tantos vestidos que difícilmente puedo contarlos. Inclusive puedes quedarte con ellos si te gustan".

"¡Oh, no podría!", dijo Candy de manera amable.

"¡Claro que puedes!", Cassandra caminó hacia la cama y escogió un vestido de color melocotón de chiffon suave, con un escote al frente y una forma en v de bajo corte, dejando desnuda la espalda, y un tul de chiffon alrededor de la cintura. "Creo que deberías usar este esta noche".

"¡Muestra demasiado!", exclamó Candy.

"Mi querida, si vas a ser la sensacional novia de Terrence Graham, necesitas relajarte un poco. Especialmente si las cámaras los tomarán a los dos."

La novia de Terrence Graham...

Su corazón se llenó de una sensación dulce con ese pensamiento.

"Él odia toda la publicidad. Pero es inevitable y ustedes se harán un favor si no le dan nada a la gente para que los critique. Y especialmente que no critiquen lo que usarás", le dijo Cassandra.

A Terry no le gusta la publicidad. Si la gente averigua que él está con una mujer comprometida, ¿lo calumniarán?"

Candy se volvió a preocupar pensando en las posibles consecuencias de lo que estaban haciendo.

"Este collar te quedará fabuloso", le dijo Cassandra, tomando un rosario largo de perlas de un gran joyero que estaba sobre el escritorio. "Chelsea", le señaló a la mucama, "¿Ayudarías por favor a la señorita Candy a vestirse para la cena?, y mira lo que puedes hacer con su cabello también. Yo bajaré". Cassandra le dio una mirada pícara de nuevo mientras se iba.

Mientras Candy se arreglaba para la cena, Terry ya se había cambiado. Estaba usando un chaleco y pantalón negros a rayas, una camisa blanca y una elegante corbata de seda. Su cabello, ahora solo un poco largo que alcanzaba un poco más abajo de su nuca, estaba amarrada en una pequeña cola de caballo. En el vestíbulo se sentó frente al piano y estaba tocando una canción de jazz muy hermosa. La melodía rítmica llenaba el aire.

Cassandra trajo para ella y para él un vaso de Martini y caminó hacia el piano para escucharlo mientras tocaba. La música terminó y ella aplaudió. Terry hizo una venia con su cabeza y sonrió. Tomó un sorbo de la copa que ella había puesto sobre el piano, en frente de él.

LA PERSONA QUE YO AMO LE PERTENECE A ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora