PARTE 1. Overtura - Capítulo 1. Candy recibe la carta de Terry

1.9K 114 20
                                    

"Para mí, nada ha cambiado".

Los ojos de Candy se quedaron fijos en estas palabras por un largo rato. Sus manos se aferraban a la carta fuertemente. Su corazón se sentía apretado y difícilmente podía respirar. Una frase tan corta. Pero decía mucho. Y muchos asuntos futuros, la vida de muchas personas, podrían cambiar por siempre debido a estas palabras. Las implicancias de estas palabras la sobrepasaban. No podía pensar claramente.

"Nada ha cambiado", decía él. Sí. Candy puede ver que esto es verdad. Doce años antes él le escribió una carta no muy diferente a esta. En ese entonces él había dicho "Tengo algo que necesito hacer en América". También una oración corta. Y ésta destrozó su mundo. Ella cambió el curso de sus vidas. Justo doce años antes, Terry con solo unas pocas palabras está volviendo su mundo patas arriba.

Terry, ¿por qué no enviaste esta carta seis meses antes? Candy piensa para sí.

Ella recuerda de nuevo el obituario de Susana. Viendo las noticias, sus lágrimas no podían detenerse. Ella no lloraba por sentir dolor. Mientras leía el obituario, pensó en la carta que Susana le envió después de dejar Nueva York, en aquella fatal noche. En la carta Susana rogaba por que la entendiera y apoyara que Terry se quedara a su lado. La carta enojó a Candy, y Candy la descartó rápido para sacarla de su mente. Era mejor seguir adelante y dejar todo en el pasado. No había nada por hacer, ni de alguna manera. Después de Nueva York, no pensó más en Susana o en lo que ocurrió. No quiso enfrentar sus propios sentimientos. Quería estar en paz con su decisión.

El obituario le recordó de nuevo la carta de Susana. Y de repente, todos los años de emociones reprimidas salieron a flote en forma de lágrimas. Ella pensó que había dejado todos los recuerdos atrás. Que sus sentimientos sobre ese asunto se habían vaciado con el pasar de los años. Pero en cambio, encontró que los recuerdos y los sentimientos estaban simplemente dejados en la profundidad, detrás de una puerta congelada dentro de la cual enterró su corazón. El obituario era como una llave; este desencadenaba todo. Ella lloró por todo lo que había perdido.

Pero nunca pensó que Terry le escribiría de nuevo. Diez años eran demasiado tiempo. Lo que alguna vez ellos tuvieron, pensó que se había perdido hacía mucho tiempo. Por la tranquilidad de Terry había esperado que quizás él se hubiera enamorado de Susana. Si, él podía ser feliz... ella siempre quiso que él fuera feliz.

"Yo no me sentiría bien si no te entrego esta carta", le dijo la hermana María cuando trajo la carta de Terry desde el Hogar de Pony, con sus ojos llenos de preocupación. Y después abandonó la clínica de manera tranquila. Candy le agradeció por eso.

Ella no supo cuánto tiempo pasó mientras observaba esas palabras. Solo cuando Aarón entró, la atención que había puesto en la carta se rompió.

"El ungüento que necesito llegó finalmente", dijo él de manera animada. "Tomé un poco para Peter en el Hogar de Pony". Pobre chico. Le debería ayudar para aliviar el dolor. Su fiebre ha bajado también."

"Eso es maravilloso", comentó Candy, y forzó una gran sonrisa en su cara. Peter era un huérfano de ocho años, del Hogar de Pony. Siempre era el problemático, trató de robar manzanas de la finca de Tom, tirándoles rocas para hacerlas caer, pero golpeando una colmena por accidente. El enjambre de abejas lo rodeó inmediatamente y lo atacaron. Había estado cubierto de pinchazos por tres días y sufriendo de dolor en agonía. Candy se sintió aliviada al escuchar que estaba mejor y recuperándose.

"¿Candy, pasa algo malo?, te ves pálida", preguntó Aarón.

"¿Qué?, no... to... todo está bien. Solo estoy cansada", respondió Candy mientras miró al piso. "Creo que haré una caminata y tomaré algo de aire".

"Está bien", dijo Aarón sonriendo mientras llenaba cajas con medicinas sobre la mesa. "Tengo algo más que empacar. Las podemos organizar y guardar más tarde... Ey, ¿es esa una carta de Albert?", preguntó, dándose cuenta de que Candy estaba sosteniendo una carta con un sobre en su mano.

"... ¿una carta?"

"La que estás sosteniendo"

"OH... sí. Es de Albert". Candy enrolló la carta en su mano, para no dejar visible las palabras y la escritura.

"¿En dónde está él ahora?, será mejor que venga a nuestra boda o no lo perdonaré," dije Aarón, mientras empezó a abrir las cajas con medicinas. Candy lo miró mientras sintió que su corazón se apretó.

"Necesito ir a caminar," dijo ella. No sabía por qué le mentía a Aarón. En ese momento no entendía sus sentimientos, solo que de manera inexplicable sentía punzadas de angustia, y que no podía enfrentar a Aarón. Aunque no había hecho nada malo.

Ella abrió la puerta, salió de la clínica, y sin pensarlo comenzó a caminar hacia el Hogar de Pony.

Parada frente al Padre árbol, Candy observó el hermoso paisaje que conocía muy bien. Era de nuevo primavera. El aire fresco y la balsámica brisa la calmaron de alguna manera. Muchas veces cuando ella era más joven, se paraba allí para observar la vasta vista, pensando que el mundo entero estaba fuera esperando por ella. Ella observa esta vista una vez más. ¿Está aún un mundo esperando por ella? ¿O está su mundo aquí, en donde está parada?, ¿en este mundo que ella llama hogar?

Terrence. Terrence estuvo de pie aquí una vez también.

Todavía me pregunto qué vio él ese día cuando estuvo aquí.

LA PERSONA QUE YO AMO LE PERTENECE A ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora