Capitulo XLII

5.7K 456 133
                                    

Santiago

(Si entraron primero a este capitulo, arriba actualice uno antes que creo es necesario que lean para que entiendan este)

Mi móvil comienza a sonar, lo agarro y gruño al ver que es el idiota de Mathias. ¿Es tan difícil entender que si no cogí ninguna de sus llamadas todo el día, es porque no quiero hablar con él?

Me deshago de la toalla que llevo puesto y me coloco algo de ropa.

¿Libertad en verdad pensaba ignorar todas mis llamadas? ¿Qué era? ¿Algún tipo de broma o venganza por las veces que yo hice lo mismo?

La llamo de nuevo y no contesta.

Miro de nuevo la hora y la tentación de lanzar mi teléfono contra la pared es muy grande, pero no soluciono nada rompiendo mi teléfono, se puede decir que hasta le cogí cariño a este, nunca uno me duro tanto tiempo...

Le daré un tiempo, no quiero hostigarla, sé que puede ser muy testaruda cuando quiere...

Llevo dos putas horas intentando que conteste alguna de mis llamadas o mensajes. A ver, vamos por partes: todo el día estuvimos bien, ella parecía feliz, la deje en su casa y me llamo más o menos hora y media después para venir ¿Qué le dije? En ese momento no podía y no me dejo terminar de hablar, porque solo me colgó... Joder, es que a veces ella es tan... complicada.

Dejo de respirar cuando mi móvil empieza a sonar y veo el nombre de Mauro en él.

— ¿Mauro? — pregunto con miedo, mi mente solo se concentra en pensar lo peor.

— ¿Estas con Libertad? ¿Puedes pasarme con ella?

Creo que estoy a punto de sufrir un paro cardíaco.

— No está conmigo, creí que estaba en tu casa.

— Si estuviera en mi casa no te llamaría ¿No crees? — escucho una voz femenina, que no es la de Jazmín, él le dice algo, esta con su mamá. — No está, discutió con mi papá y se fue. — su mamá le dice algo. — Si llegas a saber algo avísanos, por favor.

— Claro y Mau, tú también avísame cualquier cosa.

Soy una grandísimo estúpido...

Me llamo por eso, porque discutió con su papá y yo solo le dije que no, no tome en serio su llamada.

Tomo el paquete de cigarrillos y prendo uno. Intento de nuevo llamarla, pero sigue sin contestarme. Menuda mierda que es el cerebro humano, solo se concentra en pensar lo peor en momentos así, además de que te hace sentir la basura más grande del planeta. Libertad no me contesta y su hermano no me dice nada. Prendo otro cigarro, veo la cajetilla tirada en la mesa y me doy cuenta de que esta vacía, ya perdí la cuenta de cuantos fume.

Estoy molesto y estresado. Las dos cosas son lo peor que puedo sentir, porque cuando estoy enojado no pienso bien y de hecho no hago las cosas bien. Creo que me volvere loco, no sé nada de ella, doy vueltas por todo mi departamento, necesito tranquilizarme...

Veo la pantalla de mi teléfono encenderse y de manera veloz contesto la llamada.

— Ya la encontramos — dice Mauro del otro lado.

— ¿Dónde está? ¿Está bien?

— ¿Ahora te preocupas? — su pregunta me descoloca — ¿No se supone que eres su novio? Te llamo y la dejaste tirada por quien sabe que estúpida razón.

— Mauro yo no tenía idea.

— Claro, no tenías idea. — contesta molesto— ¿Quieres saber dónde está?

¿Mi Problema? TúWhere stories live. Discover now