Capítulo XVIII

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Y lo observo cuando entra, con una sonrisa absurda en su rostro… No lo veo desde que terminamos o mejor dicho desde que termine con él  y aquí está, entrando como si no pasara nada, impecable como siempre, hasta su cabello tiene que estar estúpidamente bien peinado, ni un solo pelo fuera de su lugar y trae una botella de vino en su mano...

Camina hacia donde están papá y Mauro, papá lo saluda con una sonrisa ¿Es en serio?

Santiago me toma la mano, en un intento para que deje de verlo pero no puedo, Gastón saluda a Mauro pero él no le sonríe, lo mira con desagrado, como si en cualquier momento su puño fuera a estrellarse en su perfecta y estúpida cara, Gastón dice algo y mi hermano sólo lo ignora y se aleja.

Busco a Isabel con la mirada, tiene que ser ella quien lo invito, la veo y está igual de sorprendida que mamá, me mira y niega con la cabeza como tratando de decirme que ella no tuvo nada que ver y no sé porque pero algo me dice que si, que Isabel no tiene nada que ver con esto.

¿Por qué esta aquí? Se supone que esto solo era familiar y el ya no tiene nada que hacer aquí... Alguien tuvo que invitarlo.

—¿Estás bien?— pregunta Santiago.

—Necesito algo para tomar— él me pasa la botella de cerveza — No, quiero algo más fuerte.

Vamos a la mesa donde están las gaseosas y algunas bebidas. Tomo un vaso; coloco unos cubos de hielo, singani… más singani y gaseosa. Y bebo hasta casi acabar el vaso, necesito otro, repito la operación y me preparo otro vaso.

—Quiero probar— Santiago me quita mi bebida de las manos, toma un sorbo y frunce ligeramente la nariz— Esto está demasiado fuerte para alguien de tu tamaño— intento que me devuelva mi vaso pero lo aleja de mi alcance, bebe hasta casi la mitad y le aumenta refresco — El alcohol no hará que se vaya ¿Lo sabes no?

—¿Por qué esta aquí? Solo vino para molestarme… — me apoyo en la mesa, siento la necesidad de llorar pero no lo hago... No siento tristeza ni nada parecido, quiero llorar porque estoy enfadada, porque me molesta que este aquí.

Lo veo y sigue hablando animadamente con papá, de verdad él habla con Gastón como si jamás hubiese pasado nada y eso una de las cosas que más me enoja, soy su hija… Debería entenderme y ponerse en mi lugar, tendría que odiarlo por lo que me hizo ¿Acaso no es eso lo que hacen lo padres cuando les rompen el corazón a sus hijas?

—¿Crees que tu papá fue quien lo invito? Porque es el único al que parece no incomodarle su presencia...

No quiero creer eso, pero si, tiene razón, solo él está contento con Gastón aquí.

Isabel esta con Mauro en un rincón del patio, están hablando hasta que aparece mi tía, los interrumpe y se va con mi Isabel a adentro.

Papá se ríe de algo que dijo Gastón cruzan un par de palabras más y luego ambos me miran y papá asiente con la cabeza.

Gastón comienza a caminar en mi dirección y quiero voltear pero no puedo hacerlo... Cada vez está más cerca y ahora veo que Mauro también viene hacia nosotros, lo hace más rápido que Gastón porque ya casi le da alcance…

No quiero que Gastón se acerque, no quiero que me hable... Pero no puedo hacer nada, estoy como paralizada y él está más y más cerca.

En sólo unos segundos siento que Santiago me toma de la mano y me hace girar acercándome a él, estamos tan cerca que sus ojos, su nariz, su boca queda alineada con la mía…

Siento sus manos sobre mis caderas y en ese instante él, yo o ambos nos acercamos más y nuestros labios acaban uniéndose y siento como me quita la respiración… Intento repetir en mi cabeza que tenga cuidado, que ya me lastimaron una vez, que solo es una mentira, un show… Su boca atrapa la mira y esa voz que intenta recordarme todo eso cada vez es más suave hasta que desaparece. Me acerca un poco más a él y estoy segura de que es él quien me besa pero yo lo sigo y siento como algo en mi estómago empieza a revolverse…

¿Mi Problema? TúWhere stories live. Discover now