Capítulo XI

10.6K 787 293
                                    

Intento vestirme lo más rápido que puedo... Tardo unos quince minutos y es absurdo, porque me decido por  unos vaqueros desgastados, botines y una sudadera; me costó mucho ver que ponerme porque no se a donde me llevará Thiago y eso hace que esté un poco nerviosa... Paso mi mano por mi cabello que aún esta húmedo, así que lo dejo suelto.
 
Bajo las gradas y no encuentro a nadie en la sala, ni en el comedor, voy a la cocina y veo a Santiago dando una mordida a un emparedado y junto a él está mi madre con una taza de café, ambos parecen animados.

– Lib ¿Tienes hambre?– pregunta mamá y luego bebe un sorbo de su café.

– No, estoy bien– le sonrió – gracias

– Me alegra tanto verte fuera de tu habitación y todo gracias a Thiago – la confianza que se tienen es un poco chocante para mí.

– A mí me alegra mucho que te dieras un baño– comenta Santiago antes de darle otra mordida a su emparedado.

Mamá se ríe y le da un pequeño empujón en el hombro.
¿Por qué le agrada tanto? Es extraño, demasiado extraño para mí la cercanía que parecen tener.

– Gracias, por la comida– Santiago termina de tomar su café y se levanta– Pensé que moriría de hambre pero me salvaste– mamá le sonríe y esto ya es un poco incómodo.

– ¿Nos vamos?– pregunto y me doy cuenta de que acabo de sonar un algo desesperada.

– ¿Tan impaciente por salir conmigo...?– levanta una ceja, siento como el rubor sube por mis mejillas y no sé si el salir con el sea tan buena idea. Se limpia con una servilleta y se levanta.

Subimos a su automóvil y lo primero que él hace es prender la radio y conecta su móvil para que suene algo de música. Va pasando las canciones y luego por fin se detiene en una, la melodía va inundando el automóvil por dentro y luego le sigue una voz.

“Every single day
Every word you say
Every game you play
Every night you stay
I'll be watching you"

Inconscientemente comienzo a cantar la canción en voz baja.

– ¿Te gusta The Police?– pregunta Santiago y me doy cuenta que estoy en su automóvil, dejo de cantar.– Cantas bien, no te cohíbas por mí– dice sin apartar la vista del camino

– ¿Por qué pusiste esa canción?–le respondo con otra pregunta

– Porque aunque no lo parezca– sonríe y me mira por unos segundos antes de volver la vista al avenida– Soy un gran admirador de Sting, y esta...– se queda en silencio mientras suena el estribillo– Es mi canción favorita

Intento no parecer sorprendida y espero que la canción acabe para responder a su pregunta.

–Every breath you take, es una de las canciones favoritas de mi papá, la cantaba o  la canta desde siempre, es la...

–La canción que bailo con tu mamá en su boda...– me interrumpe.

– ¿Cómo sabes eso?– me acomodo en el asiento para verlo pero el no dice nada, sólo se concentra en manejar. Espero su respuesta varios minutos hasta que para frente a un semáforo. –¿Cómo sabías de la canción?

– Tu mamá me contó un poco sobre el día de su boda... – se encoge de hombros.

Mi mamá... Me acomodo de nuevo en el asiento, a ella le encanta hablar y no me sorprende que le contara eso a Santiago. El no dice nada más y sigue conduciendo.

Llegamos a la plaza Colon, Santiago da vueltas buscando un lugar donde estacionar su auto, cuando consigue hacerlo, estamos a unas cuantas cuadras del Prado, baja sin decir nada, así que lo imito.

¿Mi Problema? TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora