Capítulo XIX

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Volvemos a su auto y ahora parece estar de mejor humor, tararea las canciones o cuando alguna parte le gusta mucho la canta.

Me dice que tenemos que hacer unas paradas, antes de ir a donde quiere llevarme, primero paramos en una licorería y compra un sixpack de cerveza, toma una botella y las demás las pone en la parte trasera.

- ¿En serio beberás mientras conduces?- lo miro sorprendida, él destapa con facilidad la cerveza y bebe un sorbo.

- No, ambos lo haremos- me pasa la botella y prende el motor. Conduce y paramos en un semáforo y al frente hay policía, escondo la botella lo más rápido que puedo para que no la vea - Tienes que relajarte pinocho- dice cuando pasamos al policía, odio que me diga Pinocho... - No se percató de nosotros. No pasa nada...- estira su mano, toma la cerveza y se la lleva a la boca.

- ¿Qué haces? - vuelvo a quitarle la botella. - Estoy segura de que conducir y beber es considerado como un delito.

- Entonces bébela tu-ignoro lo que acaba decir e intento bajar la botella pero él me detiene e intenta arrebatármela - Si no quieres que tome mientras conduzco tienes que hacerlo tú.

Lo miro y señala la cerveza con su mentón ¿Es en serio? Me sigue mirando, creo que si es en serio...

Estaciona de nuevo me dice que espere y baja deprisa, lo sigo con la mirada; toca el timbre de una puerta, espera uno o dos minutos y un hombre de unos treinta años abre la puerta, sonríe mira a los costados y entra con Santiago detrás de él.

Subo un poco el volumen de la música, voy cambiando de canciones y casi todas son Rock, gracias a Mauro ubico muchas de las canciones que suenan, sigo pasando hasta que me quedo con Wonderwall de Oasis.

Termino de beber lo que quedaba de cerveza y aún no vuelve ¿Qué esta haciendo? Miro hacía la casa donde entró y no hay señales de él... Abro la guantera y veo lo que tiene dentro; papeles del auto, un encendedor, dos cajetillas de cigarrillos sin abrir (debe ser su reserva) porque estoy segura que tiene una abierta en el bolsillo de su chaqueta, no sabía que fumaba tanto o quizás recién me di cuenta porque estoy pasando más tiempo con Thiago... Curioseo todo lo que puedo y él todavía no vuelve, voy pasando las canciones hasta que alguna me suene conocida y la verdad no sé realmente que hago aquí, con él. Hace un mes todo era tan diferente...

Escucho que la puerta se cierra y Thiago está de nuevo sentado junto a mí.

- Solo una parada más y ya...

Él decide, ese es el trato.

No le pregunto a donde vamos porque con lo que ya conozco de él sé que no me lo dirá.

Sigue conduciendo y poco a poco el camino es más familiar... Hasta que para frente a mi casa.

- Ve por tu cámara, te espero - ordena y lo miro confundida. Apaga el motor y se acomoda en su lugar.

- ¿Para qué quieres mi cámara?

- Para poder cocinar... - responde sarcásticamente, lo observo y no me muevo - Quiero que me saques unas fotos - explica Santiago -Vamos, date prisa - me da pequeños empujoncitos para que salga del auto.

Acomodo mi mochila con la cámara en la parte de atrás y guardo también un trípode. Espera a que entre, enciende el motor y va cambiando de canciones hasta quedarse en una de Aerosmith, lo reconozco por la voz pero no ubico que canción es. Santiago no dice nada más, opta por el silencio y la curiosidad de saber donde vamos me invade más y más...

El cielo está cada vez más nublado y comienzo a arrepentirme de no haber sacado una chaqueta cuando fui a buscar mi cámara, se supone que ya es temporada de lluvia y no sería nada extraño que comience a llover en cualquier momento.

¿Mi Problema? TúWhere stories live. Discover now