Capítulo 43

198 21 18
                                    

Se recomienda escuchar I Gotta Got My Own Way, de Zac Efron, Vanessa Hudgens (High School Musical)

                                         🎶

Las centenares de veces que leía en un libro escuché mi corazón romperse, rodaba los ojos por el exceso de drama.

Solo cuando pasas por algo así, entiendes lo que quieren transmitir esas palabras.

Abro el sobre y, a pesar de estar en inglés, entiendo lo que dice. Para resumir: Kelvin tiene una beca parcial para estudiar Arquitectura en Estados Unidos.

Mientras leo, me explica que sus padres cuando se fueron, abrieron un cuenta bancaria a la que anualmente le depositaban una cantidad de dinero. El que haya tenido una visa desde hace tiempo, sus padres sean egresados de allá y que domine el idioma le facilitó conseguir la beca. Los trámites para poder optar a ella y la carta de presentación lo hizo durante este año.

Lo único qué puedo pensar es: ¿se va a ir y me va a dejar?

¿Qué pasó con el siempre te cuidaré, estaré contigo para todo?

¿Para esos los padres me decían el sábado en la fiesta que Kelvin es una persona diferente por estar conmigo y que le tenga paciencia?

¿Piensan que voy a tener una relación a distancia y que lo voy a esperar el tiempo que le dure la carrera?

—¿Por qué no me lo habías dicho? —logro preguntar con la voz quebrada.

—Me enteré anoche cuando llegué a casa.

—¡Mientes! —lo miro a los ojos.

Las lágrimas no duran en correr por mis mejillas. Kelvin intenta limpiarlas, pero le quito las manos con un golpe. Así es que recuerdo que estoy entre sus piernas e intento alejarme, sin éxito ya que se sostiene de mi cintura.

—Ayer cuando llegué de tu casa, mis padres me estaban esperando con el sobre.

—¿Por qué no pudiste ser sincero conmigo, Kelvin?

—Lo estoy siendo, Jonah. Yo...

—No, Kelvin —le interrumpo—. Todo este proceso tuviste que hacerlo con anticipación. Es más, estoy seguro que cuando fuiste a Estados Unidos en diciembre, tuviste alguna clase de entrevista académica.

Su rostro se contrae sin poder decir nada.

—Eres increíble —continúo—. Jugaste conmigo durante seis meses.

—Nunca has sido un juego para mí, Jonah. Yo...

—¿Qué? ¿Tú qué? ¿Qué vas a decir? ¿Qué lo sientes? ¿Qué se te escapó de las manos?

—Yo... yo te quiero, Jonah. Más de lo que pensé podría querer a alguien.

Eso no lo esperaba. Al escuchar sus palabras, siento más vacío en mi pecho de lo que tenía, por lo que me apoyo de él para llorar.

Llorar.

Llorar.

Y llorar.

No quiero ser egoísta, ni pensar que iba a durar toda una vida conmigo. En cierta forma, me alegra que logre algo como eso, además del esfuerzo de sus padres.

Insisto en que no puedo dejar de preguntarme: ¿porque tuvo que elegirme a mi entre tantas personas? ¿Por qué tenía que hacerme enamorar si después se iba a ir?

¿Por qué querer a alguien duele tanto?

Me despego de él para salir del baño. Teniéndolo cerca no es la mejor manera de encontrar paz.

Enséñame a SoñarWhere stories live. Discover now