Capítulo 37

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El lunes de camino a mi casa decidí que el viernes sería el día en que le contaría todo a Kelvin cuando estuviera en su casa.

El día, el lugar y el momento ha llegado, y no encuentro las palabras para hacerlo.

—¿Seguro que estás bien? —pregunta por enésima vez.

—Sí, mi amor, estoy bien.

Estoy acostado arriba de su pecho desnudo y sudado, un poco más calmado después del reciente orgasmo.

—La verdad es que...

Me siento y él hace lo mismo, solo que las palabras se perdieron en el proceso.

—¿La verdad es que? —busca mis ojos con los suyos—. Mírame. ¿Qué pasa? Lo podremos resolver juntos.

—Hay un problema con Charlie.

—¿Qué clase de problema? —su tono es serio, el que usa con todo el mundo.

—Stephanie piensa que tiene una clase de obsesión conmigo.

—¿Por qué Stephanie piensa así?

Me quedo callado y no sé si deba seguir con la conversación, las manos me sudan y siento esa presión entre el pecho y la boca del estómago.

—Responde, Jonah —ordena.

—Ella se enteró que Charlie y Marcelo tuvieron relaciones el sábado en la mañana.

—¿Y?

—Y, al parecer, Charlie llamó a Marcelo por mi nombre varias veces.

Ahora quien guarda silencio es él. Tiene la mirada fija en la nada.

—¿Ha pasado algo entre ustedes?

Tengo la respuesta en la cabeza y en la punta de la lengua, amenazando con salir. No quiero hacerlo porque cuando sean dichas, no habrá vuelta atrás y no sé cómo resulten las cosas.

Tenías que haber pensado en eso antes.

Sí, mi amiga tiene razón.

—¿Qué ha pasado entre ustedes? —cambia la pregunta.

Mi silencio fue suficiente para él saber que sí ha pasado algo.

—Me besó dos veces. La primera vez, él no sabía que yo tengo una relación contigo y la segunda, fue un impulso suyo. Pero ninguno de los besos duraron —miento—, fueron cuestiones de segundos.

Kelvin se queda pensando, con la mirada en las sábanas enredadas en sus piernas.

—¿Solo eso? —levanta la mirada, más no la cabeza.

—Mas nada —le aseguro.

—¿Sigues siendo mío?

—¡Sí! —exclamo—... daddy.

—Ven con tú daddy —ordena.

                                          🎶

Ayer mismo le dije a Kelvin que Charlie vendría hoy a mi casa a fastidiarme la vida. Al principio, el pensó en darle una lección. Yo ví más conveniente que él también venga a la casa. Así que quedamos en que él estaría esperando en la entrada de mi casa cuando nosotros llegáramos de la iglesia.

Si hay una manera de comprar a mi mamá, es con Quesillo. Ella muere por eso y Chantilly Cream vende los mejores de la ciudad. Así que quedamos en que llevara uno y, por su puesto, Red Velvet para su novio.

Enséñame a SoñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora