Capítulo 34

217 26 5
                                    

Después de que Kelvin me calmó con unos cuantos besos que pudieron llegar a más si no se tratase de la oficina de su padre, salimos a ver a los demás. Ya no quedan personas en esta área y es apenas la una de la mañana.

Charlie está incorporado, acariciándose la sien. Kelvin me dice para salir, pero le digo que se me adelante, mientras hablo con Charlie un momento. Con algo de vergüenza, le digo que nos consiga comida, pues con todo lo que sucedió, Stephanie y yo no terminamos de comer.

Le da la orden al mesonero, una bebida energizante a Charlie, un beso a mí y le pido el favor de que envíe a Stephanie para que pueda comer también.

-¿Cómo estás? -le pregunto a Charlie, cuando me siento a su lado.

-¿Cómo me veo?

-Terrible -me río-. ¿Tienes hambre?

No sé que demonios me hace por una mano en su rodilla y la aprieto, pero luego quitarla. De manera rápida, toma mi mano y la pone en la parte interna de su muslo, muy cerca de su entrepierna.

-Me confundes terriblemente, Jonah Boat. Me dices qué tienes novio y no me lo dejas de restregar en la cara, pero después vienes y me invitas a un sitio y te quedas aquí al pendiente de mi, cuando ni mi primo lo está.

-Ya te dije por qué te invité. Además de que eres mi responsabilidad, porque te traje aquí en base a mentiras y la cabeza de mi mamá va a rodar si algo te pasa. ¿Qué te pasó con tanto alcohol?

El mesonero deja tres platos de Club House y papas fritas frente a nosotros, aprovecho y le pido una soda para Charlie y una Cuba Libre para mí. Tomo un trozo y lo muerdo.

-Deberías comer -le ofrezco un triángulo a Charlie y este, en vez de tomarlo, lo muerde en mi mano.

-Hubo un momento que solo estábamos nosotros seis. No te ví ni a Kelvin, me molesté y pedí tres copitas de Tequila.

Casi me ahogo con una papa frita.

-¿Tequila? ¿Estás loco?

-El amor nos hace cometer locuras -toma un plato y comienza a comer algo.

-¿Qué opinas de Marcelo o Nicola? Los ví bailando contigo con interés.

-Sé lo que estás haciendo, Jonah. No me interesan.

El mesonero deja las bebidas frente a nosotros y se retira después de que le agradecemos.

Stephanie entra y se sienta con nosotros, poniéndose a comer sin reparar en nuestras caras. Charlie se sostiene el estómago al sentir una punzada y le sirvo la soda en un vaso con hielo para que tome; hace lo mismo que hizo con la comida y lo bebé desde mi mano.

Stephanie tose y se aclara la garganta.

-¿Estás atorada? Come con calma -le extiendo mi vaso con bebida.

-Gracias -se limita a tomar del vaso y le dedica una mirada asesina a Charlie.

Me muevo de mi asiento para que vaya al baño y me siento a terminar de comer. Stephanie no me quita la mirada de encima, así que me obligo a preguntar:

-¿Qué pasa? -me llevo una papa a la boca.

-No me gusta ese chico. Te manipula mucho.

-Stephanie, por favor -ruedo los ojos-, no digas tonterías.

-Claro que sí, Jonah. Una persona que no está acostumbrada a consumir alcohol, no va a mezclar tres copitas de Tequila con otras bebidas, se va a dormir una hora y se despierta solo con dolor de cabeza. Es más, no se levanta en una hora. El alcohol no lo dejaría.

Enséñame a Soñarजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें