ERES UN INTRUSO

Capitulo 24

– ¿Yuuri? Pero pensé que ellos se llevaban bien

– no es solo Yuuri, incluso entre la servidumbre muchos le temen, por eso...

– es mi madre, la conozco

– entonces has lo que creas correcto, solo espero que no te equivoques – dijo levantándose – y si me obligas a verla huiré, no me importara volver a ser un esclavo

– ¡espera Yuri! – le grito, pero sin éxito, el rubio se había marchado molesto

Suspiro, no estaba entendiendo nada, acaso su madre podría ser realmente peligrosa, no lo creía, era cierto que lo hizo pasar por una dura infancia, pero fuera de eso no recordaba que fuera mala con la servidumbre, después de meditar, pensó en preguntar, lo mejor seria hacerlo en secreto, le pediría a Emil y a Otabek que investigaran, y por mientras le preguntaría a Yuuri la razón por la que Yuri decía que le había temido.

Miro en todas direcciones buscando al pelinegro, se suponía que estaban juntos, camino un poco al jardín trasero, vio que del laberinto salía Yuuri iba a acercarse a prisa cuando noto al jardinero, se escondió detrás de uno de los pilares, mirándolos, vio que el joven le daba una fruta a Yuuri y como este sonreía tiernamente para después marcharse, lo vio alejarse tomando otro rumbo, volteo de nuevo a ver al joven, sus ojos se abrieron sorprendidos, el chico veía con añoranza a su esposo, ¿Qué estaba pasando? ¿Cuándo había sucedido eso? Miro la dirección en la que partió el pelinegro y cuando estuvo seguro de que no era visto lo siguió cautelosamente.

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Yuuri entro a la cocina viendo que además de la cocinera, y su hija, se hallaba otra mujer, era pelirroja y usaba ropaje de sirvienta.

– he, me dijeron que me buscaba – le hablo a la cocinera cautelosamente

– no se preocupe por ella – dijo acercándola – es la chica de la que se le hablo, la nieta de la comadrona que conozco

– estas al tanto ¿cierto?

– lo estoy majestad – le respondió con una pequeña sonrisa

– ya veo, entonces ¿puedes revisarme? – pregunto un poco tímido

– puedo, dijo mientras ponían en el suelo varias mantas

– por cierto, me llamo Mila –

– soy Yuuri puedes llamarme así

– de acuerdo, entonces Yuuri acuéstese, lamento que sea de esta forma, pero soy una empleada nueva e ir tan pronto a su habitación levantaría sospechas

– esta bien, no pasa nada, gracias por venir

– de acuerdo entonces lo primero que hare será palpar – dijo descubriendo un poco el vientre

Mila se tomaba su tiempo palpaba la zona y a veces bajaba un poco más, en una mueca un poco seria

– ¿le importaría ser revisado mas íntimamente? – pregunto

– ¿e-es necesario? – pregunto nervioso, al verla asentir solo suspiro – está bien, confió en ti

Pusieron otra manta sobre su cuerpo, mientras la chica exploraba entre sus piernas, se sentía demasiado avergonzado, pero si era necesario para checar la salud de su bebe estaba dispuesto a hacerlo.

– he terminado – dijo cubriéndolo

– ¿y entonces? – pregunto Yuuri nervioso, vio a Mila mirarlos a todos, también las otras dos mujeres estaban nerviosas de lo que diría

– quisiera hacerle unas preguntas antes ¿puedo? – vio que Yuuri asentía mostrándose preocupado – ha sentido dolor constante, mareos, dolor de cabeza

– bueno si un poco, solo lo normal, ¿no es así como debería ser?

– al principio si, pero majes- digo Yuuri, tienes casi 4 meses de embarazo debieron parar antes, y el dolor no es normal

– pero... entonces ¿por qué? -pregunto sintiendo miedo – ¿mi bebe está en peligro?

– no creí que fuera el caso, pero ¿cómo va su relación con el padre del bebe?

– no tenemos una relación, como dije quería mantener en secreto esto

– vera, usted es un omega, y supongo que de acuerdo con las tradiciones fue marcado

– si, estoy marcado – la vio suspirar

– cuando se da un nacimiento es importante que ambos padres participen, el alfa le da cierta estabilidad al embarazo, lo necesita, no pido que sean una pareja amorosa, pero el padre debe tener presencia, si no lo hace puede haber riesgo de perdida

– no puedo, no puedo decirle, si lo hago – dijo sintiendo temor – me acusaran de traición, mi país podría sufrir, mi bebe podría ser apartado de mi lado

– si tan solo no estuviera marcado habría mas posibilidades, pero lo lamento, solo puedo ayudarlo en parte, aunque lo mejor seria que se lo dijera a su alfa

– ¿no hay otra forma? – pregunto la cocinera – yo no estuve con mi alfa, y mis hijos nacieron bien

– pero no eran destinados, por lo que me conto mi abuela, en destinados marcados el embarazo solo sale adelante con el apoyo de ambas partes, necesita las feromonas de su pareja

– no lo hare – dijo nervioso Yuuri – debe haber una forma, Víctor me odiara, me negara marcharme, o me lo quitara, no quiero perderlo

– no decida ahora, piénselo – le dijo Mila – solo puedo decirle que el tiempo es limitado puede llegar a sufrir una perdida cuando cumpla 5 o 6 meses, pero mientras le ayudare en todo lo que pueda, tomara una medicina por lo mientras eso ayudara un poco

– gracias – dijo sintiéndose confundido, no sabia que hacer, no quería perder al bebe, pero darle la noticia a Víctor implicaba muchas cosas, debía pensarlo con mucho cuidado antes de tomar cualquier decisión.

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Víctor sintió su corazón doler, estaba esperando un hijo, y Yuuri no quería hacerlo parte de él. ¿Acaso su relación estaba más fracturada de lo que había pensado? ¿tanto que no era merecedor siquiera de saber sobre ese embarazo? ¿era tanto el daño hecho que Yuuri se negaba completamente a decírselo pensando que le haría lo peor?

Se alejo de aquel lugar sintiéndose derrotado y abandonado, también tenia mucho que pensar.