Custodio

Capítulo XLV

Sábado 21 de mayo del 2016

Creo que estaba de más decir que Skyler se había emocionado un poco más que yo cuando se enteró, y bueno, la reacción de los chicos había parecido más un "al fin" que cualquier otra cosa.

A decir verdad, no había estado muy consciente de mi alrededor, me había privado de todo para poder enfocarme en mis sentimientos y en él. En la calidez, amor, seguridad y ternura que me transmitía y en el sentimiento de mariposas revoloteantes en mi interior.

Me sentía en las nubes desde aquel día y sentía que nunca iba a parar este sentimiento, miraba su sonrisa y no podía creer que esos labios ya hubiesen tocado los míos. Y en serio, era algo adictivo. Seguía sin poder creer que estábamos juntos. Quiero decir, llevábamos mucho tiempo juntos, pero ahora en serio estábamos juntos.

Nos habíamos cambiado a una casa más cerca del bosque al día siguiente, era una casa pequeña, sin embargo tenía más habitaciones que la anterior y pienso que fue casi a propósito porque habían acomodado las cosas tan perfecto que una habitación era para Jayden y para mí.

Jayden sabía que no podía dormir por las noches por todos los sentimientos de miedo que me atacaban, y aunque pensé que estas noches serían lo mismo, sentirlo junto a mí me irradiaba una tranquilidad que dudaba que fuera real.

La primera noche había sido un poco más complicado, pero se quedó hablándome hasta tarde mientras acariciaba mi cabello con ternura, sus caricias y su profunda voz habían sido más que suficientes para arrullarme.
En las noches siguientes envolverme en sus brazos había sido lo único necesario.

—¡Por favor, Kelsey! —se quejó la morena a mi lado.

—¡Skyler, baja la voz! —le regañé mirando de reojo como los chicos nos miraban con intriga.

—Lo siento —susurró entre risas—, es que de verdad no puedes decirme que no ha pasado nada más que acurrucarse entre tú y Jayden.

Le lancé el pedazo de pan que tenía en la mano, rió.

—Llevamos menos de una semana juntos, Sky, cielos —bisbiseé.

—Por favor, ustedes tienen una atracción sexual desde el primer día que lo viste en tu casa. Ahora es tu novio, y duermen en el mismo cuarto, cielos —alargó.

Me reí, sabía que aunque lo decía en serio, también lo decía en burla. Una mezcla extraña, pero no imposible.

—No hay prisa, Barrett. Hay cosas más importantes ahora.

Se tiró de espaldas a mis piernas, bufó.

—Está bien, al menos es una buena noticia. Me hubiera decepcionado que sí lo hubieran hecho y no haber escuchado ni un solo ruido.

—¡Skyler!

Se levantó burlona y casi corrió hacia la planta alta, sabía que aún no terminaba de empacar sus cosas. Rodé los ojos, estaba loca en serio. La miré alejarse y volví a mirar mi celular.

Quizá si hubiera sabido lo que pasaría después hubiera disfrutado un poco más la conversación con Sky.

—Hey —me habló Jayden, me giré a mirarlo, sostenía un licuado de mango en sus manos, me lo extendió con una sonrisa ladeada.