Capítulo II

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Lunes 29 de febrero del 2016

Me levanté de la cama y me di una ducha, eran las 7:30 y tenía que llegar a clases.

Salí de mi habitación, no me había tardado más de una hora en arreglarme, el reloj marcaba las 8:42 AM cuando el Uber llegó a la puerta, me despedí de Franny y salí de la casa. Mi auto estaba confiscado luego de salir del taller, lo había chocado hace dos semanas y no me lo darían hasta nuevo aviso, y considerando la escena que hubo ayer por el labial, probablemente iba para largo.

Bajé del Uber y caminé el largo trecho a la puerta principal.

—¡Kel!

La voz femenina me hizo detenerme, me giré a ver a mi mejor amiga caminar hacia mí a toda prisa para después abrazarme efusivamente.

—Hola, Sky.

—¿Cómo te fue con tus padres esta mañana?

—No estaban, igual que siempre.

Su mirada mostró afligimiento, le sonreí, no me molestaba en lo absoluto, me había acostumbrado a verlos un día y que después desaparecieran tres semanas completas, a veces más, a veces menos.

Caminamos por el largo campo hasta estar a escasos pasos de la puerta principal.

—¡Oye, bonita!

Nos detuvimos de golpe, me giré sobre mis talones y divisé a Alec a lo lejos, detrás de él se encontraba Ethan bajando de la camioneta. Eran dos chicos realmente guapos, y lucían radiantes con esa frescura de nueve de la mañana.

—¡Alec!

Corrí hacia él, me envolvió en sus brazos y me levantó pocos centímetros del suelo, atrapando mi cuerpo en un abrazo.

—Te extrañé —susurró contra mi cabello.

—Donovan, por favor, nos vimos ayer, no seas ridículo —me reí ante su poca gracia para las cursilerías y él rió ante mi poca sensibilidad ante estas.

—Perdóname por intentar.

Cortamos el abrazo, sin embargo, sus manos permanecieron posadas en mi cadera y mis manos se encontraban en sus trabajados brazos.

—Cállate y dime qué diablos haces aquí. Deberías de estar en la Universidad —le recriminé.

—¿No puedo venir a ver a mi novia? —arqueó una ceja.

—Íbamos a vernos cuando saliera de la preparatoria.

—No podía esperar tanto.

Me eché a reír, Alec era un ridículo de primera.

—Kelsey...

Su voz carraspeante detuvo mi risa, lo miré por encima del hombro de Alec, la resaca era evidente en él, y sin embargo, lucía radiante.

—Eth —me separé de Alec y me dirigí hacia sus brazos, los cuales se encontraban abiertos y lo abracé con fuerza.

—Siento mucho haber vomitado tu tapete ayer, te compraré otro —se disculpó con pesar. Sus palabras estaban cargadas de un profundo arrepentimiento, como si hubiera cometido el peor de los crímenes.

—Está bien, la verdad lo odiaba.

Ambos reímos, amaba a Ethan, pero ebrio era insoportable.

—Terminando con las disculpas —carraspeó Alec—... súbanse a la camioneta —cabeceó hacia ésta, lo mire ceñuda.

CustodioWhere stories live. Discover now