Capítulo XXVIII

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Martes 26 de abril del 2016

Habían pasado solo diez minutos de clase cuando el profesor de cálculo tomó sus cosas y salió casi corriendo por la puerta del salón diciendo que había olvidado las llaves de su casa en no sé dónde.

Apenas dejamos de escuchar sus pasos alejándose en el pasillo Skyler se giró a mirarme.

—¿Y bien? —arqueó su ceja perfectamente delineada.

Bufé, sé exactamente de qué quiere hablar.

Alec me había llamado hace menos de media hora diciendo que estaba de vuelta en la ciudad y que estaba ansioso por verme. Pero la verdad es que yo no me sentía de la misma forma.

Y Skyler lo sabía, por eso me miraba de esa forma.

—¿Qué es lo que quieres que te diga, Sky? Claro que sí quiero verlo, pero-

—Pero sólo porque quieres que te explique lo que está pasando, ajá, eso ya lo dijiste cientos de veces, Kelsey —se apresuró a decir mientras rodaba los ojos—. Quiero que me digas por qué.

Fruncí el ceño.

—¿De verdad no sabes por qué?

—No, yo sé por qué, pero quiero estar segura de que tú lo sepas.

Skyler ha sido mi mejor amiga desde el jardín de niños, me conoce tan bien que me atrevería a jurar que inclusive me conoce mejor que yo misma.

Suspiré con pesadez, por más que me costara admitirlo, ambas sabíamos que ya no me sentía de la misma forma hacia Alec a como me sentía hace unos meses.

—Quiero que sepas que esto no es por Jayden —le detuve antes de que siquiera lo mencionara, ella se echó a reír y me miró entrecerrando los ojos—, ya sabes, no del todo.

Vi como una sonrisa victoriosa se formaba en sus labios.

La llamada de Alec no había abierto este tema de conversación entre nosotras, habíamos estado hablando de ello desde hace poco más de una semana, inclusive Ethan había intervenido varias veces, siempre poniéndose en la misma posición que Sky.

Aunque ella insistía en que Jayden tenía mucho que ver en que mis sentimientos hacia Alec cambiaran, ambas acordamos que él no fue el mayor de los factores.

El desinterés de Alec y sus constantes desapariciones sin ninguna explicación, o su poca consideración al ignorar mis mensajes y llamadas cuando se iba habían colmando mi paciencia, sin hablar de que se estaba volviendo muy agresivo y posesivo cada vez que se trataba de Jayden.

—No puedes culparlo por ponerse así contra Jayden, a final de cuentas, tenía razón en sentir celos de él.

Asentí, pero no estaba de acuerdo del todo.

—No lo culpo por los celos, pero no justifico que quiera desfigurarle la cara cada vez que lo ve, lo conoces, sabes que su ira hacia Jayden es irracional.

Asintió—: ¿Entonces...

—No —le detuve—, eso no significa que me gusta Jayden o algo así.

—¿Ah, no? —encarnó una ceja, divertida.

Negué.

—En lo absoluto, pero ya sabes, pasaba casi todo mi tiempo con Alec y con Ethan, nunca había pasado tanto tiempo con ningún otro chico como con ellos, y luego empecé a convivir con Jayden y —me detuve a pensar mis siguientes palabras—... sólo me di cuenta de que la actitud de Alec, aunque me encante pasar tiempo con él, no es precisamente lo que quiero para una relación.

CustodioWhere stories live. Discover now