Capítulo XLI

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— ¿ Quieres ver la casa ? — pregunté sobre sus labios, ganándome otro beso mientras asentía emocionada.

La primera estancia que visitamos fue el recibidor, donde tan solo se encontraban el cuadro general de luces de la vivienda, un mueble para dejar las llaves y un espejo sobre este para darte un último vistazo antes de salir de casa.

— Ahí están las escaleras que llevan al piso de arriba, pero eso lo dejamos para después — comenté mientras señalaba a las escaleras que estaban de frente a la puerta de entrada.

A mano derecha de la entrada nos encontrábamos con las puertas dobles que separaban la entrada del salón de la casa, cuyo espacio estaba amueblado por los antiguos sofás, pero aún así modernos,  que había en mi casa. Un sofá de tres plazas y a sus costados dos sofás de dos plazas, y en medio de esa 'U'  una mesa de centro de madera clara que conjuntaba perfectamente con el mobiliario color beige.

— Me encantan los sofás — dijo Miriam mientras pasaba la mano por el respaldo del sofá más grande.

La cocina de la casa era americana, por lo cual salón y cocina estaban conectados, solo marcada la diferencia por una barra americana que ejercía de desayunador.

— Mi abuela adoraba la cocina y por tal de mantener eso como algo suyo mi madre se encargó de modernizar la cocina lo máximo que se pudo en ese momento; electrodomésticos nuevos, lavavajillas...

— Es una cocina preciosa Mimi.

Lo cierto es que lo era, el color predominante de la cocina era el blanco en los muebles mientras que sus tiradores y electromecánicos eran de color plateado, combinando así con el granito gris marmolado de las encimeras.

— La cocina se conecta directamente con el patio, al que tendremos que meterle mucho trabajo por lo que veo — dije tras asomarme a la puerta que separaba ambos espacios.

— Nada que no se pueda hacer con algo de ayuda cariño — dijo para después dar un beso lento y cariñoso en mi cuello — ¿ Seguimos ?

— Claro amor — dije mientras entrelazada su mano con la mía y la guiaba saliendo de la cocina por otro pasillo que daba a la zona de chimenea de la casa, la cual mi abuelo se había encargado de preparar como un gran salón para las cenas de navidad — Este es el salón de fiesta como decía mi abuelo Joseph y la puerta que ves ahí es el baño de la planta baja — dije mientras señalaba una puerta de color claro.

— ¿ Y esa puerta ? — señaló a una puerta que estaba a unos cinco metros de la del baño.

— La del garaje/ trastero — indiqué mientras la abrazaba desde atrás colocando mi cabeza en el hueco de su hombro — ¿ Vamos arriba ?

Asintió emocionada mientras su mano se anclaba a la mía, siendo esta vez ella quien ejercía de guía hasta que llegamos a la parte de arriba de las escaleras.

— ¿ Que te apetece ver primero ? —  pregunté poniéndome delante de ella.

— Todo — dijo emocionada dando pequeños saltos en el sitio haciendo que se viera todavía mas adorable a mis ojos.

Sonreí mientras la guiaba hacía la derecha, donde nada más comenzar a caminar nos encontramos con la primera puerta.

— Esta era la habitación que utilizaban mi hermano y mi primo Tyler cuando nos quedábamos a dormir aquí tras las cenas de navidad — dije mientras entraba con ella en la habitación, la cual contaba con dos camas individuales y un armario de madera clara que estaba tapado con una sábana al igual que las camas.

— Nada que un poco de fregona y escoba no solucionen — dijo optimista mientras me abrazaba por la cintura.

La habitación contigua a la que utilizaban los chicos era la mía, una habitación presidida por una cama de matrimonio acompañada de dos mesitas, una a cada lado junto a un armario que iba a conjunto con las mesitas.

Aullidos nocturnos - Miriam²Where stories live. Discover now