Sin embargo, este como puede se da la vuelta en el piso y le da con el codo en la nuca, luego un golpe en la espalda, haciendo que Daniel caiga de boca.

Cómo puede, Kelvin se levanta, tratando de recuperar la respiración. Daniel se levanta más rápido y arremete nuevamente contra Kelvin, dándole varios golpes en cada lado de su abdomen. A pesar de eso, Kelvin aprovecha que Daniel tiene la cara descuidada y le da un derechazo en toda la mejilla, haciendo que su nariz comience a botar sangre de manera excesiva.

En ese momento en trance de Daniel, Kelvin aprovecha y le propicia otro golpe, esta vez en lo que a mí me pareció era el lado izquierdo de la cabeza, haciendo que este cayera en el piso.

Una vez en el piso, Kelvin se sienta arriba de él, tiene los dos brazos de Daniel debajo de su cuerpo y le comienza a dar varios golpes en la cara. El chico en el piso trata de liberarse de su ataque, pero Kelvin hace todo lo posible por contenerlo.

De manera increíble, Daniel le da en la espalda con la rodilla a Kelvin, quien pierde fuerza en el agarre que le tenía y aprovecha de terminar de tumbar a Kelvin para levantarse, aunque este no pierde tiempo y también se levanta.

Ambos comienzan a dar vueltas en la plataforma, dudando de quién lanzar el próximo golpe. Kelvin se atreve y lanza un golpe, Daniel lo esquiva y golpea a Kelvin en el estómago, haciendo que el chico caiga de espalda, para luego clavar su codo en el mismo lugar.

Siento mi corazón apretarse cuando veo que a Kelvin le cuesta respirar. En medio del escándalo, Stephanie me pregunta si ahí no toman tiempo como en el boxeo y la verdad es que no sé. Quisiera que Kelvin se rindiera, pero estoy seguro que no lo hará.

Daniel se pone de pie y comienza a darle patadas a Kelvin por todo el cuerpo, haciendo que se encoja de dolor cada vez más. Daniel se prepara para lanzarse con el codo arriba de Kelvin nuevamente, pero este en medio de su dolor, logra rodarse, haciendo que Daniel se de contra el piso.

Así aprovecha y pasa su brazo por el cuello de Daniel, aplicándole una llave y usa sus largas piernas para atrapar las piernas de Daniel y su brazo libre para sostener uno de los brazos.

Así como ví a Kelvin hace rato cambiar de color, ahora es Daniel quien lo hace. El chico intenta liberarse como puede, pero Kelvin lo sostiene con más fuerza. Están un gran rato así y en vista de que Daniel no se quiere rendir, Kelvin lo suelta dejándolo en el piso tratando de recuperar la respiración.

Kelvin se queda de pie esperando que Daniel se levanté y, cuando está de rodillas, aprovecha y le da un golpe de nuevo en el estómago y otro en la cara, haciéndolo caer.

El lugar queda en un completo silencio.

El tal Martínez sube a la plataforma y se acerca a Daniel para tomarle el pulso. Él toma la mano de Kelvin y la levanta.

Plazoleta tiene un nuevo rey —su voz en el micrófono resuena en todo el lugar.

En seguida, todo el lugar estalla en gritos y aplausos. Me sorprende como la violencia llama tanto público. Kelvin le dice algo en el oído a presentador, quien escucha con atención y le responde unas palabras también.

El señor Kelvin me acaba de aclarar que no va a ser un contrincante frecuente, solo por hoy. Así que desde la semana que viene, comenzaremos la búsqueda de un nuevo campeón. Por otro lado, el dinero obtenido el día de hoy será para adecuar esta cancha para que niños puedan usarla cuando no hayan peleas.

El lugar queda en silencio de nuevo después del anuncio y Kelvin se baja de la plataforma. Puede que ellos piensan que es un estúpido o algo así, pero para mí hizo una buena labor. Corro para ayudarlo a bajar, Stephanie detrás de mi. Siento escalofríos en mi cuerpo al tener contacto con la sangre.

—Este fue el punto final, ya lo verás —me sonríe.

A pesar de que los organizadores me dicen que no puedo pasar con él a la limpieza de las heridas, me rehúso y paso. Stephanie sí se queda afuera esperando, aunque no me gusta que quede sola entre tantos lobos. Busco la ropa de Kelvin que está en un sitio y después de la limpieza, lo meten en una ducha de agua caliente. Se queja cuando siente la temperatura chocar contra su piel.

Al salir, le extiendo la ropa y él se quita la toalla. Debería ser la primera vez que lo veo con tan poca ropa, pero se convierte en la primera vez que lo veo totalmente desnudo.

Mis ojos viajan por todo su cuerpo, de cabeza a pies. Tiene el cuerpo totalmente lampiño y se ve su bronceado aún de cuando estuvo en la playa. No sé si mi mirada es tan obvia, igual plantea la pregunta:

—¿Te gusta lo que ves?

Sin embargo, yo no puedo articular ni una palabra. Estoy cansado de ver hombres desnudos en revistas o en las páginas de pornografía. No es lo mismo ver a uno en vivo, y saber que eso cuerpo desnudo que estás viendo, puede ser tuyo.

Le entrego la ropa a Kelvin y me doy media vuelta.

—Que indecoroso, Kelvin —me tapo la cara.

—Me encanta que me digas esa palabra —me abraza por detrás con su piel desnuda—. Necesito un cuidador hoy, quédate conmigo.

—Mañana tengo que ir a la iglesia —le recuerdo.

—Comienzas a rezar desde hoy, entonces —habla en mi oído.

—Mamá no dejará que me quede por fuera hoy.

—Stephanie puede ayudarnos. No digas que no. Igual así como estoy, no podemos hacer mucho. Pero voy a sentir tu piel junto a la mía y es suficiente.

—No creo que...

—Por favor —muerde mi oreja.

—¿Prometes que no haremos nada?

—Prometo que no me harás nada —me aprieta.

Ahora debo pensar que excusa decirle a mamá.

Enséñame a SoñarOnde histórias criam vida. Descubra agora