COFFEES AND BOOKS 桜狩り; kookmin

vingt et un

Cuando la tutoria finalizó, Jungkook le dijo a Jimin que volviera a su casa. Pero sabiendo que el castaño seguramente se encontraría con Seokjin, el rubio insistió en acompañarlo y a Jungkook no le molestaba en lo absoluto pasar más tiempo con Jimin. 

Y tan sólo unos minutos después de que la campana anunciara la salida, Seokjin vio a Jungkook y Jimin atravesar el campo de fútbol americano para llegar hasta él. 

Jimin se sostenía a la mochila de Jungkook y tecleaba algo en su móvil con su mano libre, con la vista puesta en lo que hacía. 

Jungkook tenía una mirada seria y sus ojos estaban enfocados en Seokjin. Él sabía que Seokjin siempre acompañaba a su novia a las prácticas del grupo de animadoras al terminar el día de clases, así que no dudó en ir a buscarlo hasta allí para hablaran que sin rodeos.

— No way! ¿Qué hacemos aquí, Jungkook? Las tarántulas son venenosas. —  fingiendo estar sorprendido, Jimin le enseñó a ambos chicos la busqueda que había hecho por internet sobre la araña. 

— Cuidado, Jimin. No te ahogues en tu propio veneno. — le respondió Seokjin, sonriendo con burla. Jimin lo miró mal. 

— Dejemos los insultos inmaduros para otra ocasión. —  Jungkook rodó los ojos, rodeando la manito de Jimin con la suya. Tiró del chico para que fueran a sentarse. 

— ¡Jungkook! —  se quejaron ambos rubios al mismo tiempo. 

 —  No estoy de humor. — resopló Seokjin cuando ambos chicos tomaron asiento a su lado, fingiendo que le interesaban los movimientos y trucos que hacían su novia y sus compañeras de equipo. 

— Seohyun es muy linda. — soltó Jimin de la nada, con su cabeza apoyada en el hombro de Jungkook —. Yo también la acompañaba a estas prácticas hasta que me dijo que le gustaba su mejor amigo. O sea... Seokjin. 

Jungkook frunció el ceño. 

— ¿Me tienes envidia? — Jin giró la cabeza para verlo, ladeando una sonrisa. 

— Me da pena que uses a las personas. No mereces a Tae ni a Seohyun. — Jimin forzó una sonrisa —. Y yo me veo mejor de rubio, por cierto. 

— ¿Seohyun era tu novia? — los ojos de Jungkook viajaron a los de Jimin, confundidos. Jimin le sostuvo la mirada. 

— Síp, te conté de ella en nuestra primera tutoria. Bueno, dije muchas cosas ese día. Había una oruga ese día en una banca... Y luego sólo se acercó al borde y se tiró... Y yo creí que se había suicidado. Pero la oruga no se suicidó, luego la vi pasar por el césped felizmente. Creo que después de eso te conté sobre la novia que me dejó por su mejor amigo... Quizás fue antes, no lo sé. ¿Recuerdas lo muy lindo que estaba ese día? Te dije que eras un amargado pero que igualmente me parecías encantador, me dijiste que eras jodidamente gay pero nunca me dijiste si te gustaba dar o recibir. En fin... en algún punto mencioné a Seohyun, pero no sé si tú sabes que nunca nadie me ha gustado como me gustas tú y que a veces las orugas se cansan de comer hojas y optan por devorar a otras orugas, pero no se suicidan. ¿Qué pasa si un día Seokjin se cansa de comer nuggets y nos empieza a comer vivos a todos? Eso sería... 

— ¡¿Ahora soy una oruga?! — Seokjin se quejó, indignado. 

Jungkook tomó el rostro de Jimin entre sus manos y lo miró a los ojos, para tener toda su atención y evitar que empezara a hablar sin control otra vez. 

— También me gustas como nunca antes me gustó nadie más. — susurró Jungkook cerca de sus labios. Jimin sonrió. 

— ¿Y qué piensas de las orugas? — le preguntó, recibiendo gustoso el suave beso que Jungkook dejó en su mejilla. Las mejillas de ambos estaban rojas. 

— Me dan un poco de miedo. — Jungkook rio tiernamente, y Jimin lo acompañó en su risa. 

 — ¡ME PERTURBA LO QUE ESTOY VIENDO! — chilló Seokjin. 

— ¿Una oruga?

—  ¿Tu reflejo?

Preguntaron Jungkook y Jimin al mismo tiempo, volteando a verlo de mala gana por interrumpir el momento que estaban teniendo.

— ¡Eso! —  Seokjin apuntó hacia un lugar, y Jimin siguió su dedo con la mirada. Oh, dios. 

(...)

Una pregunta uwu.

¿Les gusta el taegi? 💗＞﹏＜