COFFEES AND BOOKS 桜狩り; kookmin

o n z e

( 💗 )

Ya se habían cumplido dos semanas de haber dejado plantado a Jungkook. Buscaba la manera de pedir disculpas, pero no estaba seguro de que existiese. Jimin estaba avergonzado, pero no sólo eso. Él estaba enojado consigo mismo. Tal vez Jungkook ya no quería verlo nunca más. Tal vez pensaba que era un niño tonto y ya no quería perder el tiempo con él. Y sus calificaciones iban de mal a peor. Jimin se sentía inútil últimamente, simplemente bueno en nada en absoluto.

Así que ese día decidió no ir a la biblioteca. La verdad era que estaba muy desanimado, pero también estaba cansado de ir con la esperanza de encontrarse a Jungkook y que éste nunca apareciese. Jungkook estaba evitándolo. Eso era más que obvio, ya no iba nunca a la biblioteca y ya no tenía interés alguno en ayudar a Jimin a estudiar. Jimin lo había visto algunas veces por los pasillos, a lo lejos, sin darse cuenta de que era observado por él. Como si ahora fuese invisible para Jeon Jungkook.

— Y aunque seas completamente diferente a mí, creo que esa es la razón por la que deberíamos empezar a pasar más tiempo juntos, porque somos tan opuestos pero podemos ser el equilibrio del otro. Permanecer nivelados. Y para no alargar esto más, ¿te gustaría ser mi amigo?

— Claro que sí, mon amour.

El rubio cerró su libro de golpe. Suspiró, dejándose caer en el césped. No podía sacarse a Jungkook de la cabeza aunque quisiese. Recordaba fragmentos de las pocas conversaciones que habían tenido, recordaba incluso miradas. Recordaba cosas que no tenían mucha importancia, para que aún así no salían de su mente y se reproducían una y otra y otra vez.

Cerró los ojos y suspiró.

— Blaz era un soldado alemán, pero amaba a una mujer judía. Así que para no seguir acabando con la vida del pueblo judío, escondió a su amada en un lugar seguro e ideó un plan para un día escaparse junto a ella de todo eso. Ni aunque quisiera podría seguir eliminando judíos...

— ¿Por qué? — pregunta cuando Jimin hace una pausa y permanece en silencio, sin dejar de mirarle.

— Porque estaba enamorado.

Jimin suspiró una vez más, intentando llevar sus pensamientos en otra dirección. Pero todo lo llevaba a Jungkook. Todos los caminos terminaban en él. Gruñendo, lanzó el libro que le había dado Taehyung lejos de él.

Y entonces escuchó cómo chocaba contra algo. O, en realidad, contra alguien.

— ¡Ay! — escuchó a una voz quejarse. Tenía tantas ganas de ver a Jungkook, que por un momento creyó oírlo. Pero cuando abrió sus ojos y se sentó, atento e ilusionado, vio de quién se trataba. No. No era Jungkook, ni Taehyung, ni Tanya. ¡Era ese rubio de sonrisa perfecta que Jungkook besó! — He estado buscándote como loco, precioso. Al fin mis ojos tienen el placer de verte. — ladeando una sensual sonrisa en sus carnosos labios, lo miró a los ojos —. Aunque tú no me has recibido muy bien. — riendo, se dobló para levantar el libro del suelo.

— ¿Qué...? — Jimin frunció el entrecejo, estaba muy confundido.

— Taehyung y Jungkook están esperándote en la biblioteca, yo me ofrecí para buscarte. — le explicó, entregándole el libro. Jimin todavía lo miraba como si fuese un fantasma o algo parecido —. No me mires así. Me gustaba más la mirada que me diste en la biblioteca, como si fueses superior y pudieses aplastarme con tan sólo dar un paso. Muy sexy. — extendiendo su mano, Seokjin lo invitó a ponerse de píe con su ayuda.

— No, gracias. Puedo solo.

A pesar de la tensión que se percibía en el ambiente, ambos rubios siguieron mirándose fijamente.

— ¿Ves? De esa mirada estoy hablando, uf. — recorrió el cuerpo de Jimin con su mirada cuando este se puso de píe, poniéndolo un poco nervioso —. Soy Seokjin. — estrechó la mano de Jimin, su voz era amable pero aún así a Jimin no le agradaba su presencia —. Encantado de conocerte, precioso.

— Soy Park Jimin y dile al hijo de puta de Taehyung que si quiere verme, que me busque él, y que no mande a otros. — Jimin también recorrió el cuerpo de Seokjin, examinándolo —. Ya puedes irte.

— Lo siento, pero si no vas por las buenas... será por las malas.

Seokjin contó en su mente. Uno... Dos... Tres...

— ¡Me tienes que estar jodiendo, puto rubio oxigenado! — muy pronto, Seokjin ya se encontraba arrastrando a Jimin por los pasillos para llevarlo con él a la biblioteca —. ¡Jodido idiota, maldita sea! ¡Sueltame! ¡Es una puta orden, Seokjin! ¡Sueltame!

Los demás estudiantes que iban por los pasillos, se reían y susurraban cosas sobre los dos rubios que se insultaban y empujaban entre ellos. 

(1/3)

Capítulo dedicado a: C-Cat2 💗😔🌈
Porque ella siempre me pide que actualice este fic, y porque la amo.

Intentaré subir las otras dos partes esta semana. (︶ω︶) Si no actualizo mañana, entonces les doy permiso de darme una cachetada a ver si al fin reacciono y empiezo a ser responsable :c. ByeBye honey babies, lxs amo. (~￣▽￣)~ 💗

I'm falling so I'm taking my time on my ride, chau.