COFFEES AND BOOKS 桜狩り; kookmin

v i n g t

— ¡KIM SEOKJIN ES UN IDIOTA!

Jimin entró a la biblioteca maldiciendo al rubio, llamando la atención de todos con cada largo y furioso paso que daba hacia la mesa donde lo esperaba Jungkook. 

Jeon alzó la mirada de su libro, frunciendo el ceño mientras veía a Jimin acercarse de brazos cruzados. Pensó en preguntarle si estaba bien, pero el chico se dejó caer en el asiento de al lado y le arrebató el libro, poniendolo lejos. Y antes de que Jungkook tuviese tiempo de decir algo, lo tomó del cuello de su camiseta y empezó a sacudirlo. 

— ¿Ves lo que me pasa por intentar ser una buena persona? ¡Tu amigo es una puta mierda! ¡KIM SEOKJIN REALMENTE SABE CÓMO HACERME ENOJAR! Oh, dios. Cuando nos casemos... Cuando nos casemos tenemos que ir a vivir lejos de todos estos hijos de puta. ¡¿Me escucharon, todos ustedes?! NOS VAMOS LEJOS DE AQUÍ. — miró a su alrededor, sosteniendo a Jungkook con fuerza entre sus brazos —. ¿Te gusta la playa, Jeon Jungkookie? Porque tengo familia en florida. Te juro que si le vuelvo a ver la cara a Jin, lo voy a matar. Sí, lo siento, pero lo voy a matar. Yo sé que con él tenías tu rara relación incestuosa, pero conmigo no lo vas a extrañar. Tranquilo. Soy más flexible, ni te acordaras de él. ¿Y te digo a quién más voy a matar? A Taehyung, claro. Lo voy a matar. Yo no le di permiso de que le contara a el rubio teñido/la tarantula peluda incestuosa que soy bisexual, ni que mi primer amor me rompió el corazón, ni que fui patético y me hicieron bullying porque ahora soy un puto dios y nadie tiene que saber mi oscuro pasado... ¡espera! te acabo de contar todo. Como sea, vamos a florida. O vamos a España. Porque te juro que voy a matar a esos dos. ¿Sabías que Tanya tiene una hermana gemela? Ayer mi mamá y yo fuimos a cenar a la casa de Tanya para conocerla, y entonces ella me dijo que no pusiera los codos en la mesa, y yo estaba: ¡¿Quién no pone los codos en la mesa?! Y entonces intenté respirar y tranquilizarme, pero cada vez que la miraba... aish. La miraba y me enojaba, eso me va a pasar con Seokjin. 

Cuando Jungkook estalló en risas, Jimin se dio cuenta de que ya había hablado demasiado. Y no sólo notó eso, sino también que las cosas que le había dicho a Jungkook... 

— ¿Eres flexible y nos vamos a florida juntos? Pues está bien, vamos. 

— No... o sea sí... pero tú no tenías que escuchar eso. — hizo una mueca, quejandose cuando Jungkook le besó la frente para otra vez tomar su libro y sumergirse en el.