...ᘛ⁐̤ᕐᐷ29

Comenzar desde el principio
                                    

— ¡Tao! –salieron mis hermanos.

— Oh, voy a salir un rato, no tardo.

— ¿Vas con tío Sehun?

— Sí.

— ¿No podemos ir?

— Será rápido. Compórtense y no hagan travesuras.

— Está bien…

Besé sus cabezas y bajé rápidamente. Saliendo de la casa pude ver a Sehun recargado en su auto, pero se encontraba mordiendo desesperadamente su dedo pulgar. Jamás en la vida lo había visto así. ¿Qué le habría pasado? Me acerqué lo más pronto que pude y ni siquiera notó mi presencia. Tuve que chasquear los dedos frente a él para que saliera de su trance.

— ¿Qué, qué?

— Eso es lo que me gustaría saber.

— Ah…

— ¿Qué te pasa? –lo miré con preocupación.

— T-te lo digo en el camino…

Ambos subimos al auto, pero Sehun no dijo nada en el camino. Lo único a lo que se dedicaba era a morderse el labio inferior y lamerse los labios. ¿Exactamente qué le pasaba que lo tenía así de nervioso? No fue hasta que llegamos a un parque que ambos pudimos hablar en la comodidad de una banca y el silencio del lugar.

— ¿No querías ir a comprar algo?

— Es verdad y mentira eso.

— ¿Por qué?

— No sé qué hacer, Tao –se cubrió el rostro.

— ¿A qué te refieres?

— Tao, yo… estoy empezando a sentir algo por Luhan…

La confesión de Sehun me dejó con la boca abierta. No esperaba que fuera a decir eso… No sé exactamente cómo definirlo… pero una especie de “celos” creció en mí. No es que no quiera que Sehun sea feliz, pero de cierto modo me dolía que ahora pensara más en alguien más… Es extraño de explicar… Sin embargo, si esos eran los sentimientos de él, lo iba a apoyar en todo.

— Pero… ¿qué tiene de malo?

— Hasta antes de que apareciera Kris, tú y yo estábamos bien. Me atrevo a decir que pocos meses después de que te conocí me enamoré de ti…

— …

— No quería decírtelo por temor a cambiar nuestra relación. Sin embargo, cuando llegó Kris fue cuando realmente me vi amenazado. Kris significaba un gran peligro para mí…

— Sehun…

— El día que me dijiste que te empezó a gustar fue cuando toda esperanza desapareció, pero no mis sentimientos. Más tarde reflexioné y me di cuenta que tu felicidad era primordial, aunque admito que… di por terminada esa conclusión a mi manera…

— Te refieres a… ¿al beso? –me sonrojé.

— Sí –se sonrojó y me miró–. Hasta antes de conocer a Luhan mis sentimientos no habían tenido algún cambio, incluso ahora, pero éstos se están enfocando en alguien más y… ¡Es confuso! –colocó sus manos en su cabeza–. Yo sé que te quiero mucho, pero… ¿estará bien poder renunciar a ti para poder amar a Luhan?

Sehun me miraba y lágrimas salían de sus ojos. Se supone que somos amigos, ¿no? En ese caso, no me sentía para nada orgulloso de serlo. Se supone que yo lo apoye, pero le estoy haciendo daño… Ese hecho me dolía más que a nadie, pero no podía mentirle a Sehun. Era necesario que él continuara con su vida, de esa forma nuestra relación jamás cambiaría…

— Sehun, yo… me siento completamente afortunado al saber que viste muchas virtudes en mí como para enamorarte, pero también me siento brutalmente mal al no corresponderte…

— …

— No tiene nada de malo que te comience a gustar Luhan. Al contrario, me alegro por ti porque a Luhan se le nota que le gustas. ¿Por qué atormentarte conmigo cuando correspondes a quien te ama? –le sonreí.

— Tienes razón… –se limpió las lágrimas–. Gracias, Tao –me abrazó.

— No tienes nada de qué agradecer. ¿Estás mejor?

— Creo que sí.

— Me alegro mucho –sonreí más.

— Eh… Tao.

— ¿Mm?

— Lamento… lo del beso –habló bajito.

— No te preocupes, ya pasó.

— Oh, Tao.

— ¿Sí?

— ¿Ahora sí me acompañarías a comprar?

— Jaja, ¿entonces sí era cierto?

— Sí –sonrió.

Ambos nos abrazamos y caminamos hacia su auto. Fuimos a una plaza comercial. Sehun me dijo que le quería comprar un regalo a Luhan, pero no sabía exactamente qué darle, así que yo le ayudé a escogerlo. Nos la pasamos platicando y riendo de cosas triviales, aunque, afortunada o infortunadamente, conocía a Sehun, y sabía que no estaba del todo bien. Me dolía, pero tenía que seguir para que nada entre nosotros cambiara. Era para el bien de los dos.

Finalmente, salimos de ahí más o menos a las 5:00 de la tarde. Nos despedimos y Sehun se disculpó por no llevarme hasta mi casa. Se excusó diciendo que tenía algo importante que hacer y no le pregunté más sobre ello. En el camino de regreso me sentí culpable por dejar solos a mis hermanos tanto tiempo. Cuando entré, no había nadie. Subí a nuestros cuartos y tampoco. ¿En dónde se habían metido?

De repente, escuché risas. Me asomé a la ventana y pude ver a Kris jugando con mis hermanos, pero algo no cuadraba ahí. Estaban en una piscina inflable, jugando con pistolas de agua, EN INVIERNO. Oh no, eso sí que no. No permitiré que se enfermen por eso. Bajé lo más rápido que pude y llegué hasta ellos. Sus sonrisas se borraron cuando vieron mi expresión seria y mis brazos cruzados. Rápidamente les indiqué la entrada con mi cabeza y se metieron corriendo con una toalla enrollada en sus cuerpos. Miré a Kris y él se acercó a mí.

— ¿Qué te ocurre? –preguntó en lo que me abrazaba por la cintura.

— ¿Qué me ocurre? ¡Mis hermanos se van a enfermar!

— ¿Y eso qué? Están de vacaciones.

— ¡Precisamente por eso! ¡No podrán disfrutar sus vacaciones por estar en cama!

— Deja de ser pesimista.

— ¡No lo soy!

— Entonces no te alteres.

— No lo hago.

— Mejor dime a dónde fuiste.

Me volví serio en ese instante. ¿Ahora qué le diría? No puedo decirle “tenías razón, yo le gustaba a Sehun, pero no te preocupes, ahora está Luhan en su vida”. Eso era una gran falta de respeto para ambos. Sin embargo, cuando traté de decir algo, Estela apareció con el teléfono en mano.

— Joven Wu, tiene una llamada.

— ¿Quién es?

— Su tío.

Inmediatamente el semblante de Kris cambió a uno enojado y oscuro. Tomó el teléfono y se adentró en la casa, dejándonos con la duda en la boca a Estela y a mí.

(Continúara)

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora