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(narra Tao)

¿Mujercita? ¿Acaba de decir “mujercita”? ¿A qué se estará refiriendo? ¿Será que alguien le gusta? No, Tao, te estás precipitando. Si le gustara alguien no te haría… esas cosas… ¿no? Además, ¡a ti qué te importa! No, de verdad me importa pero no sé por qué. Sólo… sólo no debo de sacar conclusiones tan temprano, eso es… ¡Pero la duda me carcome! ¡Agh! ¿Qué hago?

-     Oye, Tao, ¿estás bien?

-     ¿Eh? Sí, ¿por qué?

-     Estás completamente rojo…

-      Ah… no me pasa nada…

-      Bien. Pienso que ya deberíamos dormir.

-   S-sí, tienes razón.

-     Hasta mañana.

Ambos nos metimos bajo las cobijas, y nos quedamos viendo a lados contrarios. Honestamente, me moría por preguntarle el nombre de la chica, pero me vería demasiado extraño haciéndolo. Además, siento que si le pregunto me va a estar molestando y no me dirá nada. Incluso creo que pedirá algo a cambio… y eso no sería bueno para mi integridad física… Me limité a cerrar los ojos a esperar el sueño, que llegó en un tiempo.

A la mañana siguiente, desperté a causa del frío. Abrí los ojos y pude darme cuenta que la mitad de mi cuerpo estaba destapada, por lo que agarré todas las cobijas y me las eché encima. Tardé un poco en asimilar lo que estaba sucediendo y por fin abrí los ojos de nuevo; Kris ya no estaba. Suspiré por la situación y  me tapé hasta la cabeza. Más tarde, un estruendo me despertó.

-   ¡TAO! –gritaron mis hermanos y me cayeron encima.

-     ¡Ah! Mínimo un “buenos días”.

-     Buenos días –ambos me dieron un beso.

-      ¿Por qué no tienen suéter? Hace frío.

-    Estela nos dijo que nos dará un suéter –dijo Shaoran.

-    ¿Ah sí?

-     Sí. También nos pidió que te llevemos a desayunal.

-    Ah… ya veo. Vamos, entonces.

Me levanté de la cama y me puse las pantuflas que estaban designadas en mi lugar. Bajé un poco después que mis hermanos, después de haberme lavado la cara, claro está. Cuando llegué, el desayuno ya estaba servido y mis hermanos ya estaban desayunando felizmente. Esa imagen me hizo recordar lo que había hablado el día anterior con Kris.

“– ¿Sólo vives tú aquí?”

“– Así es”

“– ¿Sin ningún otro familiar?”

“– Estás en lo correcto”

Me pregunté en ese instante cómo eran los desayunos de Kris… He de imaginarme que sólo las sirvientas están acompañándolo. Kris no tiene a nadie con quién hablar al desayunar… Nadie con quién compartir las anécdotas del día anterior… Nadie a quién decirle nada…

-   ¿Tao?

-    ¿Eh?

-      Ya vamos a acabal.

-      Ah, lo lamento.

Me senté y comencé a desayunar lentamente. El desayuno de hoy difirió al de ayer. Miré a mis hermanos y ellos ya estaban jugando con algunos cereales y yo sólo me limité a sonreír por ellos. Por primera vez en toda mi vida di gracias por tener a mis hermanos en lugar de mucho dinero. Y no es porque nunca lo haya pensado, pero simplemente me di cuenta que alguien más ha sufrido más que yo.

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora