...ᘛ⁐̤ᕐᐷ27

393 37 1
                                    

(narra Tao )

- Ahh... ¡Ahhh...!

- Guarda silencio, ¿quieres que tus hermanos se despierten?

- N-no, pero... ¿Cómo puedo...? ¡Ahhh!

- Sólo coopera en silencio...

Se puede decir que Kris y yo iniciamos "oficialmente" una relación desde ayer. Sin embargo, ayer en la noche, hoy en la mañana y ahora en la noche me ha estado torturando con roces y toques que me vuelven loco, y por si fuera poco, ¡no me deja correrme! ¿¡Cuándo se le ocurrió eso?! ¿Acaso cree que soy un robot que puede encenderse y apagarse con un simple botón?

- Kris... por favor...

- ¿Qué?

- Déjame... correrme...

- No.

- ¿¡Por qué?!

- Primero -alzó su dedo índice- esto es por haberme mentido de tus sentimientos -volvió a lamer mi miembro- y segundo, me gusta ver cómo sufres -sonrió cínicamente.

- ¡Eso no es justo!

- Claro que lo es. Además, necesito aplacarte.

- ¿¡Aplacarme?! ¡Ahhhh...! ¿Por qué...?

- Un lobo disfrazado de oveja llamado Oh Sehun puede venir a comerte -apretó mis muslos.

- ¿De qué hablas? -sentía mi orgasmo cerca.

- Sabes perfectamente que hablo del beso que te dio Sehun.

- P-pero... eso...

- No hables -alzó mis piernas.

- S-Sehun no lo hizo intencionalmente...

- Eso te hizo creer.

- P-pero...

- Nada de peros -se acercó a mi rostro-. Necesito borrar todo rastro de Sehun de tus labios...

Me besó con fuerza y llevó mis manos a la cabecera. Estaba tan concentrado en el beso que no me di cuenta de lo que había hecho. Kris había amarrado mis manos a la cabecera y se alejaba poco a poco de la cama. Se inclinó a su cajón, dejándome ver su trasero, el cual era muy bien delineado con su pantalón de vestir. Maldita sea, creo que he desarrollado un tipo de fetiche al verlo así...

- ¿Q-qué vas a hacer? -pregunté.

- Ya lo verás.

Se acercó a mí nuevamente y pasó una de sus corbatas por mi boca. La amarró por mi nuca y se alejó nuevamente con una sonrisa en su rostro. Se puso enfrente de mí y comenzó a quitarse lentamente su camisa. Desabotonaba cada botón uno por uno, pero lo hacía tan desquiciadamente lento que una frustración enorme entró en mí por no poder moverme y quitársela yo.

- ¿Te gusta lo que ves, Tao?

- Mmh...

- Veo que tu pandita no puede esperar más...

- ¡Mmmhh!

- Por eso necesito hacerlo sufrir más.

No sé cómo es que Kris de repente tenía ideas tan locas, pero me encantaban. Agarró una silla y la puso de forma que el respaldo tocaba su pecho. De repente, y no sé cómo, sacó un dildo y comenzó a lamerlo. Eso hizo que mi miembro palpitara más de la cuenta y comenzara a doler. Cerré fuertemente mis ojos para soportar el sufrimiento.

- Tao, mírame -yo abrí los ojos -. Dime qué quieres.

- ...

- Lo haré si me lo dices.

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora