...ᘛ⁐̤ᕐᐷ22

400 39 0
                                    

(Narra Kris )

Estaba durmiendo muy plácidamente cuando sentí unas pequeñas manos en mi espalda. Hubiera actuado más normal si sólo hubieran sido dos, pero sentí claramente cuatro, por lo que el pánico se apoderó de mí y volteé muy rápido. Suspiré con alivio cuando me di cuenta que eran nada más ni nada menos que los hermanos de Tao. Ambos me sonreían de forma traviesa y me indicaron con sus manos que iban a desayunar.

Por mi parte, me levanté con extrema cautela y me di un baño rápido. Tomé ropa decente y me cambié lo más rápido que pude aunque me mareé un poco. Cuando estuve listo, empecé  a mover ligeramente a Tao para que se despertara, pero no me hacía caso. Incluso se volteó al lado contrario para dejar de atender lo que yo estaba haciendo. Lamentablemente, para él, tuve que recurrir a mi última opción. Le mordí ligeramente una oreja.

— ¿¡Qué te pasa?! –Tao se levantó.

— Pensé que dormías.

— ¡Esa no es la manera de despertarme!

— ¡Tú tienes la culpa por no hacerme caso!

— ¡Ya estamos listos! –llegaron los niños.

— Oh, de acuerdo. Díganle a Estela que los acompañe a mi auto.

— ¡Sí!

— ¿Tu auto? ¿Por qué?

— Los voy a llevar a la escuela.

— ¿QUÉ? ¿Quién te dio permiso?

— Ellos.

— ¡N-no te creo! Voy con ustedes.

— Oye, se hace tarde y tú debes bañarte.

— Puedo ir así.

— No, no puedes. Es mi auto y son mis reglas, así que te quedas aquí.

Dejé a un Tao con la boca abierta ahí en mi habitación y salí de ella. Bajé y me despedí de Estela. Ella me dio una mirada de preocupación, pero yo le sonreí para que se tranquilizara. Llegué a mi auto y saludé más afectivamente a los hermanos de Tao. Me sentía culpable de ni siquiera saber sus nombres… Para ganarlos necesitaba empezar desde cero.

— Creo que nos conocimos muy rápido, ¿no creen? –ellos asintieron –. Empecemos de nuevo. Hola, mi nombre es Wu Yi Fan, pero prefiero que me digan Kris, ¿y ustedes?

— Yo soy Shaoran –respondió el niño.

— Muy bien. ¿Y tú?

— Xia Jun… –respondió bajito y sus mejillas estaban rosas.

— No le hagas caso. Es muy penosa.

— Yo creo que es muy linda. Bueno, vámonos.

Conduje hasta la escuela y en el camino ellos me contaban más de sus vidas y yo de la mía. Bueno, aunque ninguno de los tres entraba en especificaciones. No nos teníamos la suficiente confianza para hablar de temas más personales. Al llegar a la escuela, me estacioné en el lugar indicado y todos nos bajamos. Shaoran se despidió de mí agitando su mano y Xia Jun también. Sin embargo, antes de entrar a la escuela regresó corriendo y me dio un beso en la mejilla. Cabe destacar que me puse en cuclillas para eso.

— ¿Vendlá pol nosotlos?

— Por supuesto. ¿A qué hora salen?

— A las 12:30 –se acercó una mujer.

— Bueno, gracias. Entonces nos vemos a esa hora.

— ¡Sí! –la niña se fue corriendo y yo sonreí cuando lo hizo.

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Where stories live. Discover now