...ᘛ⁐̤ᕐᐷ11

486 49 0
                                    

(narra Tao)

Me dolió, me dolió de verdad haberle dicho eso, pero en parte también se lo merecía. Yo… sinceramente, sí lo he extrañado todos estos días. Sé que está mal hacerlo, pero no puedo evitarlo… Kris está haciendo algo malo conmigo… Ayer más que nunca me carcomía la cabeza el querer saber dónde estaba o a dónde fue. ¿Y si se fue con una mujer? ¿Y si tiene una amante o algo así? No, no podría…

-          Joven Tao, le aconsejo que hable en su mente o mínimo hable más bajo.

-          ¿Qué? ¡AH! ¿Lo escuchó?

-          Naturalmente, si no, no le hubiera dicho nada.

-          Ah… lo lamento…

-          Pero, dígame, ¿de verdad está preocupado por dónde pasó la noche el joven Wu?

-          S-sólo un poco…

-          ¿Discutieron?

-          No me gustaría hablar de eso…

-          Oh, bueno. ¿Cómo cree que les esté yendo a sus hermanos?

-          Bien, deseo eso.

-          Mmm… yo también.

-          Gracias por acompañarme a la escuela.

-          N hay problema. El día está muy soleado, ¿no cree?

-          Sí, se nota.

-          Y caluroso. ¿Y qué le preocupa, joven Tao?

-          ¡Es Kris! … ¡Oiga!

-          Jajaja, ese truco nunca falla.

-          No es justo.

-          Un problema se vuelve pequeño si lo cuenta, ¿sabía?

-          ¿Promete no decirle nada a Kris?

-          ¿23 años aquí le sirven de prueba?

-          De acuerdo…

-          ¡Estela! –gritó Kris– ¿Podrías venir?

-          ¡En un momento estoy ahí! Lo lamento, joven Tao, será en otra ocasión. ¿Le doy un consejo? Haga que se preocupe el joven Wu.

Estela se fue dejándome ahí, solo y confundido. ¿Preocuparlo? ¿Cómo podía hacer eso? Miré mi reloj y eran las 11:15 de la mañana. Faltaba 1 hora y 45 minutos para que mis hermanos salieran de la escuela, así que podía ir a dar una vuelta, ¿no? Al fin y al cabo, Kris dijo que debíamos tener “independencia”, ¿cierto? Fue entonces cuando decidí salir de esa gran casa y hacer una visita inesperada.

Me costó un poco de trabajo llegar a pie hasta la casa de Sehun, pero logré hacerlo. Afortunadamente, Sehun no trabajaba los lunes, por lo que se la pasaba en su casa bebiendo Bubble Tea y leyendo un libro. Sí, esos eran todos los lunes para el serio Sehun. Cuando estuve afuera de su casa, toqué el timbre y él salió.

-          ¡Tao! –corrió y me dio un abrazo.

-          Oye, me vas a romper.

-          No exageres –me apretó más y después se separó–. Oye, rompiste tu promesa.

-          ¿Eh?

-          Dijiste que cuando vinieras ibas a traer a tus hermanos.

-          Ah… Lo que pasa es que están en la escuela.

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora