26.- Voluntad de la vida

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"Soldado mantenga un control estricto en esta habitación"

"Si señor"

"Ella será mi futura esposa.. ¿lo entiendes?"

"Ehh.. ¡si!"

Han, después de ordenar a su subordinado hablándole en voz baja en su últimas palabras, se fue de repente hacia el lugar donde tenían a la señorita Alicia bajo cuidado. Hoy la actitud del jefe de seguridad era bastante buena, a veces se lo veía estar imaginando cosas muy raras. Ya todos sabían que tenía sus ojos puesto en la maga que acompañaba a la señorita Alicia, haciendo que los soldados junto con el soldado de lanza más notable en aquel grupo suspiraran por dentro por él comportamiento adolescente de su jefe a pesar de su edad.

"Señorita Alicia. Me alegro de que haya regresado sana y salva"

Han al cambiar su postura por una seria, se adentro a la habitación de Alicia, Solemnemente se arrodilló con una rodilla en el suelo y una es su pecho. Debía mostrar cortesía y respeto a quien tenía una posición más alta que él, Alicia quien era la hija única y futura heredera de la posición del unos de los cuatro generales directos del rey, y los más fuertes de todo el reino. Su padre y actual general que ocupaba la cuarta posición de general era Marcos Bourens. Un personaje muy conocido por todo el reino, elegido directamente por el actual rey hace muchos años. Han conocía la destreza del honorable general Marcos Bourens, su afinidad mágica de tierra eran de las más altas y sorprendentes, un pilar muy fuerte en el reino y por su puesto su hija a pesar de que no era tan capaz como su padre, seguía siendo alguien importante.

"Estoy bien. ¿Mi padre dónde está?"

"Él está en una reunión. El debería dirigirse hacia aquí apenas esta concluya. Ya ha sido avisado de su regreso no se preocupe"

"Está bien. Puede irse"

"Discúlpeme"

Han al terminar de informar se levantó, estaba por salir pero de inmediato, la puerta que estaba por abrir se abrió de un golpe, detrás de la puerta entró apurada mente un hombre alto con músculos notables, con bellos castaños muy cortos y ojos café. Tenía ropa algo lujosa con un color marrón que daba autoridad junto con una capa del mismo color, pero su cara preocupada ya punto de llorar le hacían perder toda la dignidad y presencia que debería por si llevar consigo siempre.

"Hija... Mi pequeña!!! Papá está aquí!!" Dijo el general Marcos entrando apuradamente al encuentro con su hija, la preocupavion era excesiva y algo comica, pero cuando vio la mirada triste de su hija sabía que ella estaba aún más mal de lo que imaginaba. De inmediatos de calmo y de torno serio, al mismo tiempo vio que detrás de la puerta abierta, una manos algo retorcida de alguna persona.

"Ejem. Jefe de seguridad han, ya puede irse, debo hablar a solas con mi hija"

"Si... Señor..."

Han salió lastimosamente mientras cojeaba, pero no estaba molesto, es más, parecía que realmente estaba dispuesto a disculparse por estar aún dentro de la habitación interfiriendo con la charla seria y sentimental que un padre e hija estaban por comerzar. El lamentable han salió de la habitación, cerró la puerta y suspiró, no podía hacer otra cosa más que sonreír amargamente ante tal situación, ya que no era la primera vez que sucedía que el general Marcos le da prioridad total a su hija que al resto de cosas sus alrededor.

"Papá.. yo.."

Cuando han salió y la puerta se cerró, Alicia comenzó a hablar, pero su expresión se tornó en una triste y estaba a punto de llorar. El General Marcos al ver a su hija en ese estado, inmediatamente la abrazó, y en sus brazos su querida hija empezó a llorar silenciosamente.

Reencarnación AfortunadaWhere stories live. Discover now