21.- La Otra Existencia

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"esta chica..." Murmuró jim al ver a alicia durmiendo felizmente en el suelo.

Ya había sido capaz de escaparse de su agarre. Después de casi quedarse sin aire, solo podría hacer que Alicia perdiera su fuerza con un estímulo diferente. En ello jim pensó en algo que solo podría ayudarlo a soltarse. Mientras estaba presionando frente a él dos pechos muy redondos y para nada pequeños. Jim solo optó por tocarlos, y el conocido "switch" de las mujeres, que al presionarlos sus cuerpos recibirían una corriente que las haría perder la fuera por unos segundos, siendo solo así capaz de soltarse. Jim solo pensó que a pesar de que era algo pervertido, era un hechizo simple pero inquebrantable.

Pero mientras estaba ya recuperando el aliento, no pudo admirar sus fuerzas, a pesar de su estado muy débil. Jim no pudo dejar de sentir una inferioridad increíble al ver todo lo sucedido. Tan débil y frágil que podría romperse por cualquier ataque.

"Hora de irnos" murmuró jim solemne mientras miraba a Alicia y luego el un lugar oscuro del bosque pensado un poco en la situación complicada de Milla.

Jim camino cautelosamente hacia Alicia, al descubrir que estaba profundamente dormida e incapaz de volver a hacer eso que hizo con el anteriormente, la alzó, luego la llevo a su brazos y la cargo como una princesa. No había otra maneta de poder llevarla. Haciendo algo de fuerzas en sus pies, saltó y con su habilidad para impulsarse como si volará, llegó hasta la tienda.

*Boom*

Al llegar hasta donde estaban las dos tiendas y la fogata, jim sintió una explosión en la dirección donde lucharon Milla y Alicia. Al mirar hacia ese lugar, jim solo pudo pensar que estaba tratando de dar lo mejor de ella para recuperar su compostura. Una lucha interna entre ella y su bestia primordial.

"Alicia.. lamento todo esto, pero sea cual sea la razón por la que estés aquí, debes seguir. Olvidarás todo lo sucedido hasta ahora, sigue tu destino." Murmuró jim con voz fría, mientras su mano derecha se acercaba hacia la durmiente Alicia que estaba recostada en la cama de una de las tiendas.

Jim tenía una mirada fría mientras acercaba su mano, pero de repente, como si se hubiese despertado de un sueño, jim se detuvo. Recientemente se había dado cuenta de lo que estaba haciendo. Mientras en su mente se preguntaba ¿Yo no tengo tal habilidad y por qué mi mano?. Jim estaba confundido, su mano derecha no le obedecía. Tratando de alejarse a Alicia, no pudo evitar sentir un terrible dolor de cabeza, su mano derecha empezó a moverse un poco más a Alicia, mientras que con su mano izquierda trataba de detenerla. Jim era incapaz de controlar su mano, su mente era un caos pensando en una respuesta lógica a todo esto, su cabeza cada vez le dolía más, y su cuerpo también empezaba a dolerle al mismo tiempo que sentía que perdía su conexión con él.

"¿Que mierdas está pasando!?"

Jim empezó a perder su calma. Estaba siendo controlado por algo o alguien. Jim mordió sus labios tratando de no perder su conexión con este mundo, ya que parecía que un sueño profundo lo dominaba, pero a pesar de eso, sus ojos empezaron a cerrarse, lo único bueno que vio el antes de caer al suelo, fue que su cuerpo también caía con él, evitando así , lo que su manos derecha estaba a punto de hacerle a Alicia.

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Un lugar blanco, vacío y en silencio. Jim se encontraba ahora recostado en un lugar totalmente blanco, muy similar al lugar donde se encontró con lo dioses anteriormente.

"Este lugar.. ¿Acaso morí?" Murmuró jim en voz baja mientras su cara de llenaba de algo de decepción; una decepción hacia sí mismo al morir sin haber logrado absolutamente nada.

*Pasos*

De pronto jim escucho unos pasos. Jim pensó que eran de la Diosa, a pesar de que no flotaba como antes, este lugar era aquél y no tenía dudas de eso. Con eso en su mente, se preparó para lo que viniera, así mismo como nunca más revivir y morir.

Reencarnación AfortunadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora