Capítulo 2: Si te sientes muy feliz aplaude así.

26.5K 2.6K 5.8K
                                    


Si quieres llorar date un putazo. Así tendrás porqué llorar.

Depresión.

Mi nombre es Dep. Lo sé, no es la primera vez que me presento pero lo estoy haciendo de nuevo. Mi nombre completo es Depresión y hoy comencé mi primer día de clases así que estoy haciendo un recuento como me lo pidió mi psiquiatra asignado. Buenas tardes...

El buenas tardes iba antes de todo eso... ay... bueno, ya no importa.

Una noche antes mi madre me dijo que todo estaría bien, que aunque no podía comprender al 100% mis sentimientos en algún momento dejaría de dolerme lo que sea que tuviera. Mi único amigo Insomonio compró dos pitos esta mañana y me dio uno en el autobús. Me encontré con un Cáncer tóxico en la apertura de clases, pateó mi silla y dijo que me chingaría el rostro.

Todo está bien... Todo está bien...

—Dep, no, no hagas... —Inso trató de tomar mis brazos pero no pude evitar hacerlo.

Cuando sentía presión solía encogerme, buscar mi posición fetal para sentirme seguro y recordar la canción que mi psiquiatra me hizo cantar desde los 10 años hasta ahora.

Si te sientes muy feliz... —alcé las manos frente a mi rostro con temor, haciendo el ridículo otra vez—. Aplaude así. Si te sientes muy feliz aplaude así.

—Ya empezó —susurró Inso detrás mío, suspirando con pesadez y enojo—. ¡Ya vieron idiotas! ¡Miren lo que hacen! Cuando Dep es molestado se vuelve bolita sin bolas y le cagan el día, gracias por ser una caca en la vida de los demás. Así que Cáncer, wey, bájale dos porros a tu asquerosa personalidad.

Si te sientes muy feliz, y lo quieres compartir. Si te sientes muy feliz aplaude así.

Cáncer calló ante la petición. No tardó mucho en volver a hablar y decir que no fuera un exagerado porque él solo me estaba hablando con la verdad. Los profesores le dijeron que se tranquilizara y nos entregaron notas que pedían nuestra presencia por la tarde en la oficina del director.

—Wey, ¿me estás dando una nota a mí? Sabes que soy Cán, ¿cierto? ¿A mí? —Cáncer se mostró furioso ante la nota mal escrita que habían pegado en su pecho y una multa por no llevar puesto los guantes de látex dentro de las instalaciones al igual que un cubrebocas.

—Sí, sé que eres Cáncer, pero no por lástima te dejaré pasar esto. Soy un profesor. Toma tus cosas y por favor preséntate media hora antes en el salón que el resto. —Nuestro profesor asignado, un hombre alto de ojos pequeños y poco cabello le ordenó que parara.

—Chin... —Cáncer reacomodó su lengua con esfuerzo—. Lo siento mucho profesor. No sé qué me pasa. A veces siento que estoy en mis días, ¿sabe? Como si la sangre corriera por mis venas.

Eso es lo que corre por la venas o estarías muerto, hombre...

—Claro que sí, pinche tóxico —Inso carraspeó y tomó su mochila para retirarse con su nuevo horario sin antes interactuar conmigo—. Ya vámonos Dep. Te dejo en tu salón.

El chico ojeroso se encimó en mí y se abrió espacio entre las personas que dejaban la asamblea de bienvenida. En la salida nos entregaron folletos de prevención de gripa, procedimientos de limpieza y revisión de vestimenta. Insomnio me preguntó si no tenía calor con la sudadera azul de la escuela pero le dije que no tenía camisa blanca debajo porque me apretaba.

—Aún no puedo asimilar que no estudiaremos lo mismo, o siquiera en el mismo salón. Somos como fetos, no, digo, gemelos. Nacimos el mismo año y estudiamos toda la vida juntos y ahora... Wey... —Elevó la vista al techo como si clamara en llanto falso—. Yo estaré en la clase de trastornos y tú de enfermedades.

Escuela para trastornos y enfermedades. {DISPONIBLE EN FÍSICO}Where stories live. Discover now