Capítulo 21: Enamoramiento dañino.

8.4K 887 2.3K
                                    

La música era una mamada de las buenas.

Dormía conmigo, lloraba conmigo, bailaba conmigo y después... Hablaba por mí también, por eso la amaba.
La música me amó de vuelta.

Insomnio.

-No mamen, estuve viendo Como dice el dicho hasta las 4 am, y America murió por una mala cirugía. Me traumó -hablé con gestos exagerados mientras mi vista seguía atenta al afinador en mi teléfono que registraba el sonido de mi guitarra-. Ya después me metí a bañar y fui por Depresión a su casa. La neta no esperaba que el programa recreativo ya esté tan cerca, así que no he practicado lo que me pidieron.

Como dice el dicho estaba más interesante.

-Yo desayuné unos Doritos con mota -Piin, el jorobado, chocó los cinco contra mi espalda solo para hacerme reír por la rara combinación.

-Yo no sé qué hice hoy...

El murmullo hizo que todos en el salón de música, el cual había sido reservado por nosotros, giraran sus cuellos hacia la ventana. Allí se hallaba Sonambulismo con su sudadera y ropas oscuras, como miembro de alguna secta, observando a través de la ventana, la lejana calle principal y quizás algún muerto reflejado en él.

Nos hizo a todos temblar.

-Ya, no nos pongamos al día -elevé los ojos hacia la voz de Hipersomnio que se sintió perturbado.

Detuvo a los chicos que acomodaban sus instrumentos y tras arrastrar una silla se sentó frente a mí. Hipersomnio era un chico de espalda ancha, alto pero no exagerado, siempre lucía pulcro y su mirada inexpresiva de a ratos asustaba, pero debido a que con frecuencia se mostraba relajado no te hacía pensar que era inaccesible.

Suavizaba su rostro, sonreía levemente y jugaba con su corbata: eso le gustaba a sus novias, aunque terminaran con él tan pronto se quedara dormido.

-¿De verdad no quieres tocar con nosotros en el festival? -Me preguntó con amabilidad. Estuve por sonreírle.

-Agradezco que siempre me tengan en consideración, morros -decidí dirigirme en plural. Apagué mi teléfono y aparté la guitarra pues ya había terminado de afinarla-. Pero quiero tocar solo, al menos ese día. Después les prometo que sí le entro a su proyecto de la banda, aunque ya es suficiente con Ansiedad como guitarrista. Y sé poco de bajo.

-Piin también es de bajo, bueno, pero él es de batería -dudó un momento, hasta le vi picarse un ojo para mantenerse despierto-. El bajo y la guitarra son de Sonambulismo, sabes que les gusta tocar de todo pero los organizamos en base a las canciones. Ay, olvídalo, está bien que sean dos guitarristas. Aparte puedes ser segunda e igual vocalista, cantas súper bien, hermano. Me encantas.

Hipersomnio era considerado con todos, él prefería quedarse en el área de sonido o en ocasiones teclado, no le gustaba figurar. Era un buen chico, quiso hacernos pertenecer a todos en su banda, o al menos a un grupo.

-¿Cómo dicen que se llamará? -Cambié de tema por vergüenza. Solo Dep chiquito decía que le gustaba mi voz.

-Süsser. -Lo soltó con alegría, Piin volteó los ojos en desaprobación.

-¿Se qué? No entendí, mucho takataka -bromeé.

Volví a encender mi teléfono para tomar nota. Le subí el brillo a la pantalla por la iluminación del salón, me tambaleé sobre la silla oscura y le pedí que me deletreara el nombre. No sabía ni qué significaba la palabra o el idioma, mucho menos lo cuestionaría, qué hueva.

-Sü... sser -se inclinó para verme escribir, habló lento-. Con S de foca.

Qué pito.

-¿S de... foca? -Quise saber si escuché mal.

Escuela para trastornos y enfermedades. {DISPONIBLE EN FÍSICO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora