Capítulo 1: El comienzo del final.

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No era "quién para juzgar", pero las funas en Twitter tenía que hacerlas alguien.

Depresión.

Pasé mucho tiempo enojado, también fastidiado y con hambre.

Mi nombre era Depresión, como un diagnóstico clínico, pero no estaba triste la mayor parte del tiempo. Estaba en pedas, recuperando clases, dormido en el sofá mientras veía una serie, comiendo botanas junto a los patos del parque y saliéndome de una función a escondidas para entrar a una más interesante.

Conclusión: sí, chingada madre, era una persona.

-So, the point is that we all are humans, we all deserve rights. -Pronunció la profesora, anotando en la pizarra su increíble filosofía, maravillosa, revolucionaria en una sociedad como esta: éramos humanos y no lo sabía.

-Descubrió America la vieja. -Murmuré, dejando ir mi goma de borrar en la hoja desgastada-, ¿qué te dije? Inglés no sirve para nada, wey, lo juro.

-Dep, estás inscrito en inglés avanzado, no mames. -Fibromialgia rodó los ojos, lanzando una patada a su costado para darle a mi pupitre, pero su corta estatura no le permitió llegar.

-Shhh, no, no, no.

Apreté los párpados con fuerza después de alargar mi susurro. El estómago me dolía por el helado que desayuné antes de tomar el autobús, iba a caer dormido en cualquier lado por el exceso de azúcar. Ni desayuné, sorpresa que no me desmayara cantando el himno escolar.

Faltaban poco menos de dos semanas para la graduación. Mi club y yo nos estábamos preparando para ello, pero por mi parte, solo deseaba que las clases terminaran ya. Me arrepentía de no haber dejado la escuela antes pero había llegado demasiado lejos como para colgarlo ahora.

Escucharé a la profesora hasta el final y me marcharé rápido.

-Oye, ten cuidado al salir, chamaco. Escuché que alguien te buscaba y no se veía muy happy, ¿volviste a denunciar a alguien, o lanzaste críticas en tu cuenta principal de Twitter?

Despegué los ojos de mi libreta y manos. Sonreí por un momento, la verdad me costaba recordar de quién hablaba pero supuse que me buscaba un tipo problemático con el que choqué la semana pasada. Estiré mi cuello y reparé en Fibromialgia, a quien no había visto de frente desde que empezó la clase.

Usaba el cabello largo desde el año pasado, se había deshecho de sus mechones morados en las puntas y ahora solo lo teñía de café. Su flequillo igual que siempre, y se aplicaba sombras rojizas alrededor de sus ojos. Me recargué en el asiento, miré su uniforme y sus calcetas altas.

Ella se encogió un segundo.

-Niño honguito -chasqueó los dedos-, no te pierdas pensando mientras me ves, es raro.

-Es que te ves linda. -Mostré mi pulgar, cubriendo la luz que pegaba sobre mi rostro.

Ambos escondimos las cabezas al ver a la vieja voltear de golpe, asustándonos con un simple "silencio". Éramos los únicos que pertenecíamos a la misma clase, los demás se repartían entre trastornos y enfermedades de otros cursos. Charlábamos de nada en concreto.

-Y qué verga hiciste, pues. -Insistió tras ocultar su rostro detrás de su libro.

-Hice un post diciendo que dejara de jalarse el pene en los baños de la escuela porque todos lo escuchábamos, y sonaba como una vaca -confesé, asqueado de solo recordarlo-. Es una institución pública, no debería hacer esas cosas.

Escuela para trastornos y enfermedades. {DISPONIBLE EN FÍSICO}Where stories live. Discover now