Capítulo 30 (Sara, Bastián y Axel)

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Empezamos maratón ♥️♥️

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(((Bastián)))

Verlo tan emocionado es increíble, en cuanto a Elena, todavía no cree que en su vientre allá un bebé, Sara hizo bien en ir por Ares para que le diera la prueba a la pareja que esperan con ansias ese bebé.

Bajamos a comer, Sara se va riendo de lo que sea que le haya dicho mi pequeño Ares. Al parecer no quiere otro hermanito, pero no le daré otro hijo a Sara hasta que Axel mueva sus fichas; no voy a dejar a mi esposa con tres hijos pequeños.

Pero se que ella me tendrá que llorar... Lo hará.

Mientras Axel mueve sus fichas yo muevo las mías, casi nadie sabe lo que planeo hacer, pero de que Sara va a llorar, lo hará.

Me temo eso.

No me imagino a mi esposa devastada, triste y consumida por el dolor que le será mi perdida. Por eso trataré de que cada día que me falte estaré con ella. La haré lo más feliz que pueda, dejaré todo arreglado, los números en la empresa ella los puede manejar pero para hacer lo que planeo necesito siete millones de dólares, cosa que ya los tengo y que usaré dentro de unos días.

Le aviso a Sara que saldré y asiente sin prestarme mucha atención, está contenta por el bebé de Christopher y Elena. Manejo por las calles que me conducen a mi antigua guarida.

Llegó a tiempo y saco el dinero que tengo guardado, Nick está donde debe, no le parece la idea pero es necesario que lo haga.

-Iré a Santo Domingo, llevaré a Christopher, junto a Elena... Necesito que estés al pendiente.

-Como debíamos trabajar-dice contento de volver a las jugadas que hacíamos antes de que me saliera de toda esta mierda.

-Kia... Por favor...

-Lo sé... No me gusta la idea de que vuelvas a ser el Dragón, te costó mucho salir.

-Sólo voy a cazar una manada completa de perros... No mataré muchas cosas.

Suspira y niega pero sabe que lo hago por el bien de mis hijos y el de mi esposa.

Subimos el dinero a la camioneta que traigo arrancamos y vamos a mi casa de seguridad, está nadie la conoce, ni Dorian.

Una vez cambiado de lugar me regreso a mi casa para encontrar a mi mujer leyendo un libro a mis hijos, Noa y Rayo están escuchando las palabras que abandonan la boca de mi mujer.

Suspiro, sin duda los voy a extrañar, más de lo que me temo.

Me costará ya no ver nada de mi familia por unos meses.

Sara termina de leer y se va a dónde está mi pequeño Félix para dejar un dulce beso en su frente, luego otro a nuestro dulce Ares. Que a pesar de su nombre es un amor de niño. Lo que pasó hace dos meses sólo... Me dio fuerza para hacer toda esta mierda.

Noa, Rayo y Sara salen de la habitación, Sara me da un beso que intensificó, una lágrima resbala por mejilla hasta pasar por nuestros labios.

-¿Qué te pasa?

¿No puede dejar de ser ella un día?

¿Por qué no puedo dejar de amarla?

-Nada, es sólo que... Ven-la jalo conmigo y nos encerramos en nuestra habitación.

La beso con un beso hambriento, de esos que a ella le encantan, de los que le roban el aliento y la dejan sin sueño. Es la primera en quitarme la ropa, me conduce a la cama, nos separamos y me arroja a nuestra cama, sus labios son gloria en los míos.

Axel (Terminada Y +18)Where stories live. Discover now