Axel (Terminada Y +18)

Capítulo 29 (Sara)

Gatitos, por cuestiones personales y esas cosas, les dejo este capítulo, las actualizaciones se cambian de día, a partir de hoy son los Domingos, ya no los lunes.

Feliz inicio de semana.

En la noche, con una última mirada en el espejo bajo a dónde me dijo Bastián que fuera. Paso las puertas para ver a mi Amo sentado en el sillón con un vaso de whisky en su mano.

Me encamino a él, me quitó la ropa mientras avanzo a dónde está.

-Tu ropa ponla en un rincón de la habitación doblada.

Eso hago, mi ropa interior queda en la parte de arriba de todo el montonsito de ropa.

Camino a dónde está mi Amo, me hace la seña de que me arrodille. Lo hago siendo consiente de sus ojos puestos en mi cuerpo.

-Mi linda, Cachorrita-trago despacio-. El día de hoy, no abra castigo, pero tampoco te estoy diciendo que no abra uno que otro golpe.

Da más miedo así, prefiero sus castigos que otra cosa sin castigo.

Mierda.

Y más mierda.

-Así que portate bien para que no te ganes un castigo para nuestra siguiente sesión.

Asiento mientras lo miro caminar por el lugar.

-Hoy vamos a jugar un poco... No, no me hagas esa cara que no incluiremos a nadie en la sesión-suelto el aire que mis plumones contuvieron por unos segundos.

Hace mucho me comentó lo que se sentía que otra persona estuviera en la sesión, la idea me desagrada por mucho, al único que quiero tocándome y dándome placer es a él. Y sólo a él.

Se levanta del sillón que guarda la forma de su cuerpo por el tiempo que estuvo sentado en ese sitio. Se encamina a mí para besarme los labios con rudeza y pasión.
Mis manos no duran en subir a su cuerpo, y enredarse en su cuello, me abraza y junta a su cuerpo, desliza su mano por mi entrada y no dudo en gemir, muerde mi labio para después lamer el lugar por dónde brota la sangre. Un estrago recorre mi cuerpo provocando que mi vagina se moje más de lo que ya está.

-Acuestate en la cama-sedo ante esa orden.

Se sube sobre mí para abrir mis piernas y poner un pedazo de tela en mis pies. Lo miro curiosa mientras amarra mis manos por encima de mi cabeza, su perfume invade mis fosas nasales y juro por lo que tengo que quiero arrancarle la ropa.

Se acomoda sobre mi cuerpo para besarme, mis labios siguen el ritmo de los suyos mientras se quita la ropa, empieza a moverse con la ropa puesta y joder que lo disfruto.

-Señor...

-¿Te gusta que lo haga?-gimo de nuevo.

-Sí.

-No te quejes en ese caso-se mueve como si de verdad me estuviera penetrando.

Me moja y mucho, su maldita erección se siente jodidamente bien, y me gusta lo que está haciendo.

Muevo mis caderas buscando más, tratando de calmar el fuego que crece en mí pero no logro hacerlo, se detiene para levantarse y quitarse todas las prendes que tiene en el cuerpo. Me muestra el pantalón que tiene mis fluidos por la parte de afuera.

-No hace falta que te diga que es-me sonrojo pero permanezco en mi lugar.

Dobla su ropa y la pone junto a la mía.

Se regresa pero no para besarme o para tocarme, se regresa para azotarme con un látigo de tiras, mierda, prefiero que me castigue a qué me golpe en el abdomen sin poderme mover, el látigo da golpes preciosos y mierda que me retuerzo de dolor.