Capítulo 25 (Bastián y Axel)

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Sorpresa, aquí les vengo con un regalito.

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No se pierdan la actualización.

(((Bastián)))

Poco a poco la veo levantarse, sonríe, al verme observándola, esa sonrisa me encanta, le doy un beso en los labios y nos levantamos para ir a ver a nuestros pequeños.

Mi pequeño Ares se da la vuelta en su camita, para verme y reírse como siempre lo hace, miró a mi otro pequeño que todavía duerme profundamente en su camita, me giro a Ares y no dudó en un instante en tomarlo y darle un beso en su mejilla regordeta, mi niño ríe en mis brazos, es uno de los mejores sonidos que he escuchado y que me llenan de alegría.

Sara luce preciosa con ese vestido color lila y con esos tacones que me encanta verle puestos.

Vamos a la oficina en un ambiente que sólo ella y yo podemos obtener, va cantando la canción que suena en la radio, luce hermosa cantando Causa Perdida.

Me gusta cuando en un pedazo dice mi nombre y no la letra de la canción, me río como un niño, nuestros pequeños ríen en la parte trasera del auto mientras su madre sube su tono de voz para hacerlos reír más.

Estacionó el auto en el enorme edificio que se ha vuelto mi segundo hogar a lo largo de los años, admito que nunca me ha gustado mi decir algunas cosas de mi vida pasada, logré salir ileso de esa mierda, y quiero que así se conserve, muy pocos saben que soy el poderoso Dragón Negro, los que saben que lo soy era porque ellos me ayudaron a serlo, Dorian, es uno de ellos. Pero él fue quien me saco de toda esa mierda, quien me ayudó a ser el Bastián que Sara conoce, el empresario respetable y honorable, padre primerizo que da lo mejor de si para cuidar de sus hijos, marido, no tan ejemplar pero sí que trata a su esposa como una mujer y no como un mueble y objeto de... Bueno, después de la sesión de ayer en la noche no digo nada.

Los que también conocen que soy el Dragón Negro son mis compañeros de trabajo, no los de la oficina o inversionistas, sino que son con los que crecí en ese mundo, Axel... Y otros cuantos.

La mayoría sigue en el negocio, pero otros como Axel o Casper nos retiramos de ese mundo, Casper lo hizo por la muerte de su hermano James y Axel para tomar la empresa de su abuela.

Yo, por enderezar mi camino, jamás me le habría acercado a Sara de saber que peligraba al estar a mi lado, pero como dije, muy pocas personas saben que soy el Dragón Negro, así que no hay problema, además, ¿Quién no le teme al fuego del Dragón?

Subimos por el ascensor que marca los pisos que recorremos de camino a nuestro lugar de trabajo, Sara va viendo en la libreta cualquier cosa que tenga que hacer en este momento, los niños se quedarán conmigo el día de hoy, bueno, adentro de la oficina, ya que Sara tiene que hacer unas cosas que requieren de su tiempo completo y yo, no.

Así que puedo ayudarle a cuidar a este par de niños. Ingreso en la oficina con mis dos ángeles mientras su madre se pone a trabajar en lo que sea que esté haciendo, pasan dos horas cuando Ares empieza a llorar, a pesar de que ya habla aún sigue siendo el que más llora. Me levanto y voy a ver el motivo de que derrame sus lágrimas.

-Ay mi pequeño-lo levanto de su cunita y empiezo a meterlo para que se quede dormido.

No lo consigo.

Sara entra para ver a Ares llorando en mis brazos, tuerce los labios y busca algo en la pañalera del pequeño, lo encuentra. Se lo da y mi niño se ríe mientras su madre le sonríe. Lo arrullo un poco y por fin se queda dormido.

Axel (Terminada Y +18)Where stories live. Discover now